La composición es una parte muy importante del éxito de una
fotografía abstracta porque, además de darnos una imagen que pueda ser
atractiva visualmente para aquella persona que la mira, nos puede ayudar
a aislar el motivo que queramos fotografiar del
entorno en el que se encuentra, cosa que es prácticamente indispensable
para lograr buenas imágenes abstractas. Por eso, muchas veces tendemos a
pensar que la única manera de realizar fotografía abstracta es utilizando objetivos o complementos para hacer macros.
Esto es así porque la fotografía de aproximación nos ayuda a ver las
cosas de una manera diferente a la que estamos acostumbrados.
Como ya hemos visto, la única manera de aprender fotografía abstracta
es aprender a mirar lo que nos rodea de una manera diferente así que,
por esta regla de tres, la fotografía macro puede ser
un buen camino para llegar a abstractualizar los objetos más cotidianos.
Pero no es la única manera de conseguirlo, saber utilizar la profundidad de campo y los espacios vacíos es importante. Incluso tratar con el color
también nos puede ayudar. Si somos capaces de ver cuándo el color es
representativo de aquello que estamos fotografiando, sabremos ver cuándo
puede ser interesante convertir la fotografía a blanco y negro para conseguir una imagen más abstracta.
También se pueden conseguir imágenes abstractas en color,
evidentemente, pero el hecho de alejarnos de la realidad trabajando con
imágenes monocromáticas nos puede ayudar a la hora de conseguir
fotografías abstractas de los objetos más cotidianos.
Además, realizar fotografía abstracta con objetivos de distancias
focales grandes nos será mucho más fácil que conseguirlo con objetivos
de gran angular, precisamente por lo antes comentado: si conseguimos
aislar los motivos de su entorno, realizar este tipo de fotografías será
más fácil. Sin embargo, esto no significa, en absoluto, que sea
imposible realizar fotografías abstractas con algo que no sean
teleobjetivos.
miércoles, 26 de junio de 2013
Un Puñado de Buenos Trucos para Sacarle Más Provecho a la Luz Natural
Cuanta Más Luz, Mejor
Sí, es cierto que en función del tipo de fotografía que quieras hacer, quizás no te interese tener mucha luz. Sea como sea, siempre deberías buscar el máximo de luz posible para el tipo de foto que quieras realizar. Piensa que siempre estarás a tiempo de suprimir algo de luz (por ejemplo, provocando la sombra). ¿Cuál es la mejor manera de conseguir el máximo de luz natural? Acercándote a los puntos de luz. Ahí la iluminación será más intensa aunque, si el sol no da directamente en aquella zona, seguirá siendo una iluminación suave. Así que si la fotografía que buscas hacer te lo permite, busca de dónde sale la luz natural que ilumina la estancia y acércate lo máximo que puedas a esa fuente.¿Qué pasa si quieres hacer fotografía con luz natural pero no dispones de mucha luz? Tanto si no dispones de luz porque te encuentras en una estancia oscura como si no son las horas más adecuadas para hacer las fotografías con luz natural, tienes varias opciones:
- Plantearte si puedes esperar a otro momento para realizar esa foto. Si se trata de una habitación oscura de por sí, no dispondrás de esta alternativa. Sin embargo, si el sitio donde quieres hacer las fotos está oscuro porque, por ejemplo, el sol ya se ha puesto; quizás tenga la opción de volver en otro momento y realizar aquella fotografía en mejores circunstancias lumínicas. Conocer cómo se comporta la luz en cada sitio en el que vayas a hacer fotografías es muy importante para, en el momento oportuno, poder sacarle el máximo provecho a la luz natural.
- Subir el iso y/o abrir diafragma. Con esto conseguirás que llegue más luz al sensor de tu cámara. Sin embargo, esto no puede interesarte si, por ejemplo, necesitas contar con una profundidad de campo grande para que toda la estancia quede enfocada o si deseas conseguir una imagen final limpia de ruido.
- El trípode, tu mejor amigo. Si el tipo de fotografía que quieres hacer te lo permite, quizás la mejor opción para realizar fotografía con luz natural en una estancia poco iluminada sea agarrar el trípode y bajar la velocidad de obturación todo lo necesario. De esta forma, conseguirás hacer la foto en aquel momento y, además, podrás sacar imágenes con la profundidad de campo deseada y sin ruido producido por aumentar la sensibilidad ISO. Aún así, no hace falta decir que si estamos hablando de retratos, fotografía a animales o cualquier disciplina fotográfica que incluya seres vivos, será inviable hacer este tipo de fotos con el trípode, pues seguramente nuestro sujeto principal acabe saliendo trepidado.
-
Planifica tus Fotos
Sea como sea, lo importante si quieres utilizar la luz natural es que planifiques bien la sesión fotográfica porque la luz natural es muy cambiante. No hay la misma luz en verano que en invierno. Tampoco por la mañana, al mediodía o por la tarde. Así que primero de todo, y siempre que te sea posible, visita y estudia el sitio en el que quieres hacer las fotografías para saber con qué te vas a encontrar.
Por ejemplo, si vas a utilizar la luz natural en exteriores, puedes dedicarte a buscar sombras que te puedan cobijar y ofrecerte distintas iluminaciones. Ya sabemos que la luz del sol directa es mucho más dura que la indirecta, así que si lo que buscas es una iluminación sin sombras muy definidas y más homogénea, disparar directamente en la sombra puede ser la mejor solución.
Vigila, también, la previsión meteorológica pues, por ejemplo, un día nublado te proporcionará una luz más suave y uniforme que uno soleado. También vigila si hay nubes que, esporádicamente, tapen el sol, ¡cuidado con que no te estropeen la foto cambiándote la luz en el último momento! Por otro lado, si vas a realizar retratos, ten en cuenta las poses de tu modelo. Es posible que tenga que forzar ciertas posturas para quedar iluminado/a de la manera que más te interese. Estate muy atento a que estas posturas sean naturales y sobre todo, a que no produzcan sombras que puedan no ser bonitas.
¿Cómo Sueles Iluminar tus Fotografías?
¿Te gusta la iluminación natural? ¿O más bien eres fan de los equipos strobist, de iluminación de estudio, etc? Has hecho algún experimento con distintas luces? ¡Los comentarios son todo tuyos para que nos lo enseñes!
Por Qué No Deberías Enseñarlo Absolutamente Todo en tus Fotografías
¿Estás Siendo Demasiado Repetitivo?
Las fotografías con patrones repetidos pueden ser muy interesantes pues suelen tener un ritmo visual muy atractivo. Sin embargo, a veces, con enseñar una parte es suficiente. La persona que vea la imagen ya interpretará qué es lo que está viendo y sabrá valorarlo.En algunas ocasiones, si optamos por intentar hacer entrar todo en la imagen, lo que podemos conseguir es ser demasiado repetitivos y por lo tanto, cansar. A la hora de tomar la fotografía, plantéate si todos aquellos detalles que estás incluyendo en la imagen tienen algo que contar o si, por el contrario, sólo rellenan. En este último caso, quizás es buena idea sacrificarlos dejándolos fuera de encuadre para, así, centrarte en otros detalles que pueden ser más interesantes o, incluso, liberar un poco de espacio para que la imagen final disponga de un poco más de aire.
Busca Tu Propio Ángulo de Visión
En el fondo, cuando hacemos fotografía, todos intentamos buscar nuestra propia manera de ver las cosas. Si todos usáramos el mismo ángulo de visión en nuestras fotografías, todas las imágenes serían iguales y, por lo tanto, enseñarían lo mismo. Optar por ver el sujeto que tenemos delante de una manera diferente no es otra cosa que decidir qué vamos a potenciar y qué vamos a tratar de esconder. Así que, como ya hemos dicho en otras de las razones del artículo: observa bien el sujeto que vas a fotografiar para descubrir qué es lo que más te interesa enseñar de él y cómo hacerlo.Observar Bien Para Saber Qué Dejar Fuera del Encuadre
A veces, el hecho de hacer una fotografía en la que se vea todo lo que queremos enseñar es la opción más fácil y puede ser tentador. El hecho de plantearnos qué podríamos dejar fuera del encuadre puede ser un buen ejercicio fotográfico con el que entrenar un poco nuestro ojo.Nos obligará a observar bien nuestro motivo, a analizar las posibilidades fotográficas que nos ofrece para decidir, en última instancia, qué es lo que quizás sea más atractivo a la hora de hacer una fotografía espectacular.Además, observar tu sujeto de esta manera puede incluso descubrirte detalles que, de otra manera, te habrían pasado desapercibidos, especialmente si hablamos de monumentos o grandes edificios. La cuestión es que pararte a observar y a pensar cómo podrías conseguir una mejor fotografía hará que termines realizando una imagen más "reflexionada", más trabajada y esto también es aprender fotografía.
Deja Espacio a la Imaginación
La mente humana se aburre con mucha facilidad. Si se encuentra con una imagen demasiado evidente, que no presenta secretos o que es demasiado evidente, es probable que nuestro cerebro no se sienta atraído por ella. Por esto, el hecho de no enseñar todo lo que podrías puede llevarte a hacer fotografías que llamen más la atención porque conseguirás que las personas que vean esas imágenes tengan que invertir un poco de su tiempo para entender qué representa la imagen que tiene delante.Es como un rompecabezas, como un reto fotográfico que deberás resolver para que la fotografía que tienes delante de los ojos se llene de significado. Puedes plantearlo como un juego con tus "espectadores" o, simplemente, quedarte con los detalles que más te interesen o buscar la fotografía abstracta. Sea como sea, el hecho de dejar parte del sujeto fuera del encuadre puede darte una imagen más atractiva y original.
Consigue Engañar al Espectador
Evidentemente, el hecho de enseñarlo todo o no dependerá completamente de cada imagen y también del momento, del lugar y del sujeto que en ella aparezca. Pero, por norma general, cuando vayas a hacer una foto, párate a pensar cómo quieres que sea. No tengas prisa por tomarla, la tranquilidad suele sentarle bien a la fotografía. Decide bien qué quieres enseñar y que deseas ocultar.Utiliza las oportunidades que te brinda el sujeto que tienes delante para tu beneficio fotográfico y no te conformes en hacer clic a todo lo que tengas delante: esta clase de decisiones son las que, al final, terminarán forjando tu propio estilo fotográfico.
lunes, 24 de junio de 2013
Astrofotografía
Si bien la astrofotografía es un campo bastante especializado de la
fotografía, se puede considerar como una subdivisión de la fotografía
nocturna, puesto que la mayoría de las fotos se hacen de noche. Sin
embargo, también existen las astrofotos que se sacan durante el día,
como las del sol o la luna al amanecer.
En cualquier caso, principalmente existen dos tipos de técnicas astrofotográficas: el trípode fijo y fotografía guiada.En pocas palabras, la técnica de fotografía guiada implica hacer fotos de un grupo de estrellas, una nebulosa, un planeta o un objeto Messier siguiendo atentamente su trayectoria mientras se utiliza una exposición larga. Se conoce como el método concatenado (o piggyback).
En segundo lugar, es posible utilizar un telescopio y una cámara para hacer una foto (método indirecto o de enfoque principal). Por último, también es posible hacer fotos con un telescopio ecuatorial o un telescopio astronómico en lugar de nuestra práctica cámara.
La fotografía guiada es un campo bastante desconocido para el público general, así que nos centraremos únicamente en la fotografía con trípode fijo. El método de fotografía con trípode fijo implica fijar una cámara a un trípode para captar una imagen de un objeto en el cielo. Para la técnica del trípode fijo, existe el método del enfoque fijo y el método del movimiento diurno. Debido a la rotación de la Tierra, percibimos que las estrellas se desplazan por el cielo. Puesto que la Tierra gira 360 grados al día, se mueve 15 grados por hora. Por lo tanto, desde nuestra perspectiva, también vemos que las estrellas se mueven en la noche 15 grados por hora en la dirección opuesta. El método del enfoque fijo utiliza una breve exposición para tomar una imagen de una estrella que se ve más como un punto que como una corriente de luz, dejando un rastro detrás.
Con este método es posible tomar fotos de numerosas estrellas y constelaciones, e incluso hasta cierto punto, de la Vía Láctea.Suponiendo que estás utilizando una cámara de 35 mm, una cámara equipada con una lente de 50 mm estándar puede hacer una foto de una estrella que está en reposo durante 15 segundos (a 0 grados de declinación). Cuanto más amplia sea la lente, mayor será el ángulo de visión, haciendo necesario un tiempo de exposición más prolongado.
Por el contrario, cuanto mayor sea la potencia del teleobjetivo que utilices, menor será el ángulo de visión, lo que da un menor tiempo de exposición.El método de movimiento diurno utiliza una larga exposición para tomar una foto de una estrella dejando una estela de luz.
Al utilizar este método, es mejor incluir un paisaje, como un edificio, montañas u otras escenas de fondo en la imagen, en lugar de tomar solo las estrellas. Las buenas fotografías también dependen de la dirección de desplazamiento de una estrella, su velocidad y otros factores. Las estrellas del hemisferio norte giran en sentido contrario a las agujas del reloj, desde el este al oeste, con la Estrella Polar en el centro. Cuanto más cerca giran hacia la Estrella Polar, más lentamente parecen rotar, y viceversa: cuanto más lejos están del centro, más rápido parecen hacerlo.
Al hacer una astrofotografía, también puedes disfrutar aprendiendo las diferentes constelaciones y observar el cielo nocturno. También debería ser más interesante tomar imágenes de cometas o meteoritos (estrellas fugaces) utilizando el método del movimiento diurno.
En ciudades como Seúl, donde es un problema grave, es posible utilizar el método de enfoque fijo hasta cierto grado. Sin embargo, es difícil tomar imágenes de las constelaciones o la Vía Láctea, simplemente porque es raro ver las estrellas. Podemos hacer fotos de la Luna o el Sol usando el método del movimiento diurno con una cámara de película normal. Sin embargo, hacer fotografías de las estrellas con este método es difícil debido a la contaminación lumínica.
Cuando se utiliza una cámara con película, es necesario desarrollar e imprimir (escanear) la película. A menudo, los estudios de fotografía no imprimen ni escanean la película, pensando que no hay nada en ella. Por tanto, es mejor avisarles de antemano de que las imágenes son astrofotografías cuando lleves la película para procesarla.
Con una cámara réflex digital (DSLR), puedes tomar varias fotos de una estrella a intervalos adecuados y luego componerlas en una sola imagen para ver su estela de luz, en mayor o menos extensión.En primer lugar, usa un objetivo gran angular para incluir un mayor número de estrellas y estudia la composición del visor para crear armonía con la escena de fondo. Para el valor de apertura, utiliza una velocidad de obturación de 30 a 60 segundos dentro del rango correcto para evitar la sobreexposición.
A continuación, puedes hacer las fotografías una tras otra durante el tiempo deseado. Para el ajuste de la cámara, utiliza el modo manual para el modo de fotografía; usa enfoque manual (sin límite) para el ajuste del enfoque; fija la reducción de ruido en OFF; selecciona una sensibilidad ISO baja y, por último, ajusta el balance de blancos según tus preferencias. A continuación, puedes sacar fotos con un trípode sólido y el cable disparador o un aparato de grabación por lapsos de tiempo.
Deberás contar con una batería completamente cargada.El siguiente paso es importar los archivos de imágenes tomadas con tu cámara réflex digital (DSLR) en Photoshop y realizar la composición de capas. En primer lugar, escoge la que será la foto principal, antes de abrir los archivos de imágenes una a una en el orden correcto y superponerlas en el mismo lugar que la foto principal.
Cuando se superponen dos imágenes, en la paleta de capas se crea otra capa y, como resultado, verás dos capas. Debería haber una pequeña ventana blanca en esa ventana de paleta de capas. Esto es para que el modo de fusión de capas te permita seleccionar un método de fusión para las dos capas superiores e inferiores. Selecciona "Aclarar" (Lighten), que debe estar en el medio.
"Aclarar" permite destacar las áreas claras de las capas, para que los trazos de las estrellas no se superpongan sino que se muestren tal como son. A medida que continúes la composición de capas de esta manera, los rastros de las estrellas se irán viendo cada vez más nítidos y, finalmente, como una sola imagen.
Sugerencia fotográfica: durante el invierno, la cámara o la lente se pueden congelar o cubrirse de rocío. Puedes cubrir el lente con una compresa caliente para evitarlo hasta cierto punto.
En cualquier caso, principalmente existen dos tipos de técnicas astrofotográficas: el trípode fijo y fotografía guiada.En pocas palabras, la técnica de fotografía guiada implica hacer fotos de un grupo de estrellas, una nebulosa, un planeta o un objeto Messier siguiendo atentamente su trayectoria mientras se utiliza una exposición larga. Se conoce como el método concatenado (o piggyback).
En segundo lugar, es posible utilizar un telescopio y una cámara para hacer una foto (método indirecto o de enfoque principal). Por último, también es posible hacer fotos con un telescopio ecuatorial o un telescopio astronómico en lugar de nuestra práctica cámara.
La fotografía guiada es un campo bastante desconocido para el público general, así que nos centraremos únicamente en la fotografía con trípode fijo. El método de fotografía con trípode fijo implica fijar una cámara a un trípode para captar una imagen de un objeto en el cielo. Para la técnica del trípode fijo, existe el método del enfoque fijo y el método del movimiento diurno. Debido a la rotación de la Tierra, percibimos que las estrellas se desplazan por el cielo. Puesto que la Tierra gira 360 grados al día, se mueve 15 grados por hora. Por lo tanto, desde nuestra perspectiva, también vemos que las estrellas se mueven en la noche 15 grados por hora en la dirección opuesta. El método del enfoque fijo utiliza una breve exposición para tomar una imagen de una estrella que se ve más como un punto que como una corriente de luz, dejando un rastro detrás.
Con este método es posible tomar fotos de numerosas estrellas y constelaciones, e incluso hasta cierto punto, de la Vía Láctea.Suponiendo que estás utilizando una cámara de 35 mm, una cámara equipada con una lente de 50 mm estándar puede hacer una foto de una estrella que está en reposo durante 15 segundos (a 0 grados de declinación). Cuanto más amplia sea la lente, mayor será el ángulo de visión, haciendo necesario un tiempo de exposición más prolongado.
Por el contrario, cuanto mayor sea la potencia del teleobjetivo que utilices, menor será el ángulo de visión, lo que da un menor tiempo de exposición.El método de movimiento diurno utiliza una larga exposición para tomar una foto de una estrella dejando una estela de luz.
Al utilizar este método, es mejor incluir un paisaje, como un edificio, montañas u otras escenas de fondo en la imagen, en lugar de tomar solo las estrellas. Las buenas fotografías también dependen de la dirección de desplazamiento de una estrella, su velocidad y otros factores. Las estrellas del hemisferio norte giran en sentido contrario a las agujas del reloj, desde el este al oeste, con la Estrella Polar en el centro. Cuanto más cerca giran hacia la Estrella Polar, más lentamente parecen rotar, y viceversa: cuanto más lejos están del centro, más rápido parecen hacerlo.
Al hacer una astrofotografía, también puedes disfrutar aprendiendo las diferentes constelaciones y observar el cielo nocturno. También debería ser más interesante tomar imágenes de cometas o meteoritos (estrellas fugaces) utilizando el método del movimiento diurno.
En ciudades como Seúl, donde es un problema grave, es posible utilizar el método de enfoque fijo hasta cierto grado. Sin embargo, es difícil tomar imágenes de las constelaciones o la Vía Láctea, simplemente porque es raro ver las estrellas. Podemos hacer fotos de la Luna o el Sol usando el método del movimiento diurno con una cámara de película normal. Sin embargo, hacer fotografías de las estrellas con este método es difícil debido a la contaminación lumínica.
Cuando se utiliza una cámara con película, es necesario desarrollar e imprimir (escanear) la película. A menudo, los estudios de fotografía no imprimen ni escanean la película, pensando que no hay nada en ella. Por tanto, es mejor avisarles de antemano de que las imágenes son astrofotografías cuando lleves la película para procesarla.
Con una cámara réflex digital (DSLR), puedes tomar varias fotos de una estrella a intervalos adecuados y luego componerlas en una sola imagen para ver su estela de luz, en mayor o menos extensión.En primer lugar, usa un objetivo gran angular para incluir un mayor número de estrellas y estudia la composición del visor para crear armonía con la escena de fondo. Para el valor de apertura, utiliza una velocidad de obturación de 30 a 60 segundos dentro del rango correcto para evitar la sobreexposición.
A continuación, puedes hacer las fotografías una tras otra durante el tiempo deseado. Para el ajuste de la cámara, utiliza el modo manual para el modo de fotografía; usa enfoque manual (sin límite) para el ajuste del enfoque; fija la reducción de ruido en OFF; selecciona una sensibilidad ISO baja y, por último, ajusta el balance de blancos según tus preferencias. A continuación, puedes sacar fotos con un trípode sólido y el cable disparador o un aparato de grabación por lapsos de tiempo.
Deberás contar con una batería completamente cargada.El siguiente paso es importar los archivos de imágenes tomadas con tu cámara réflex digital (DSLR) en Photoshop y realizar la composición de capas. En primer lugar, escoge la que será la foto principal, antes de abrir los archivos de imágenes una a una en el orden correcto y superponerlas en el mismo lugar que la foto principal.
Cuando se superponen dos imágenes, en la paleta de capas se crea otra capa y, como resultado, verás dos capas. Debería haber una pequeña ventana blanca en esa ventana de paleta de capas. Esto es para que el modo de fusión de capas te permita seleccionar un método de fusión para las dos capas superiores e inferiores. Selecciona "Aclarar" (Lighten), que debe estar en el medio.
"Aclarar" permite destacar las áreas claras de las capas, para que los trazos de las estrellas no se superpongan sino que se muestren tal como son. A medida que continúes la composición de capas de esta manera, los rastros de las estrellas se irán viendo cada vez más nítidos y, finalmente, como una sola imagen.
Sugerencia fotográfica: durante el invierno, la cámara o la lente se pueden congelar o cubrirse de rocío. Puedes cubrir el lente con una compresa caliente para evitarlo hasta cierto punto.
Cuando salgo a la calle con la cámara muchas veces no me llevo el trípode conmigo, hay que reconocer que es un trasto tener que cargar con el todo el rato para a lo mejor sólo utilizarlo un par de veces. Venden unos trípodes pequeños que pueden sacarte de un apuro.
Pero cuando llevas tu cámara, y no tienes un trípode a mano, quizá te
puede venir bien algún consejo para poder hacer una buena foto sin que
te salga demasiado movida.
En primer lugar, lo ideal es cerrar el diafragma y usar una ISO baja, pero claro, como ya he dicho no hay trípode que valga con lo cual hay que cambiar un poco la teoría. Si encuentras algún sitio estable en donde poder apoyar la cámara puedes preparar la foto tranquilamente, entonces sí, pon el modo ISO lo más bajo que puedas y cierra el diafragma dependiendo de la cantidad de luz que pueda haber; por ejemplo, si estás en la ciudad y hay farolas puedes poner el diafragma en f/18 como en la siguiente foto (aunque la ISO es de 800, ya que me olvidé de cambiarla):
Luego, usa el temporizador para evitar vibraciones y espera el momento más oportuno para hacer la foto, como por ejemplo cuando pasan coches por delante.
También puede que no puedas apoyar la cámara en ningún sitio, entonces mi consejo es que subas un poco la ISO (a 800 por ejemplo) abras también un poco el diafragma (f10) y te apoyes en un árbol, una farola o una pared, relaja los músculos y a la hora de disparar, respira hondo y reten el aire hasta que hayas disparado. No te conformes con una sola foto, e intenta hacer varias, ya que aunque en la pantalla la ves bien, luego te llevas la decepción a la hora de verla en el ordenador.
En primer lugar, lo ideal es cerrar el diafragma y usar una ISO baja, pero claro, como ya he dicho no hay trípode que valga con lo cual hay que cambiar un poco la teoría. Si encuentras algún sitio estable en donde poder apoyar la cámara puedes preparar la foto tranquilamente, entonces sí, pon el modo ISO lo más bajo que puedas y cierra el diafragma dependiendo de la cantidad de luz que pueda haber; por ejemplo, si estás en la ciudad y hay farolas puedes poner el diafragma en f/18 como en la siguiente foto (aunque la ISO es de 800, ya que me olvidé de cambiarla):
Luego, usa el temporizador para evitar vibraciones y espera el momento más oportuno para hacer la foto, como por ejemplo cuando pasan coches por delante.
También puede que no puedas apoyar la cámara en ningún sitio, entonces mi consejo es que subas un poco la ISO (a 800 por ejemplo) abras también un poco el diafragma (f10) y te apoyes en un árbol, una farola o una pared, relaja los músculos y a la hora de disparar, respira hondo y reten el aire hasta que hayas disparado. No te conformes con una sola foto, e intenta hacer varias, ya que aunque en la pantalla la ves bien, luego te llevas la decepción a la hora de verla en el ordenador.
Uno de los efectos más apasionantes de la fotografía es lograr captar lo que el ojo no ve. El sensor digital es capaz de registrar movimientos de este tipo que nos permiten Crear imágenes que parecen mágicas. Para lograr esto se debe utilizar una “velocidad de obturación” más lenta que el movimiento del objeto.
El Obturador es un dispositivo similar a una cortina
metálica que se encuentra delante del sensor (El sensor es el que capta
la imagen). El obturador controla la cantidad de luz que llega al
sensor mediante el TIEMPO que permanece abierto.
Digamos que cuando el obturador está abierto se está captando la foto en
el sensor. El obturador tiene una escala con las diferentes velocidades
en las que puede trabajar. Para entenderlo mejor digamos que la cortina
se puede abrir y cerrar más rápido o más lento depende de la velocidad
que le indiques en la escala. Las velocidades más lentas te permiten registrar movimientos que el ojo no ve.
2) Coloca la cámara en un trípode.
3) Coloca el modo M (Manual): Generalmente las cámaras traen cuatro modos de exposición: P, A, S ó Tv y M. La mayoría de las personas que no saben utilizar la cámara para Jugar con la Luz, usan el modo P o automático para que la cámara ajuste todos los controles. La foto sale bien pero no puedes elegir el efecto que quieres hacer. Digamos que si la cámara lo decide registra el movimiento y sino no.
4) Elige una velocidad lenta de la escala de velocidades que tenga tu cámara: Por ejemplo 8, 4, 2, que son fracciones de segundos (1/8 de segundos) ó 4″, 8″, 15″, que son segundos. Busca en tu cámara cómo variar los valores de la escala de velocidades de obturación. Generalmente se mueven desde un dial de comando. Hazte el hábito de consultar el manual de tu cámara.
5) Te recomiendo utilizar un diafragma cerrado o de orificio pequeño (f 8, f11, f 16) que te permitirá mayor profundidad de campo (Nitidez en toda la fotografía) y un ISO bajo (100) que ayuda a lograr mayor definición de la imágen. Busca en tu cámara cómo variar los valores de la escala de diafragmas que se simboliza con la letra f. Generalmente se mueven desde un dial de comando. Hazte el hábito de consultar el manual de tu cámara.
6) Presiona el botón de disparo. Puedes utilizar el temporizador o disparador automático para que la foto salga unos segundos después que presionas el botón de disparo, de esta manera te aseguras no producir movimientos en la cámara.
7) Una vez que se produce el disparo el obturador se abre durante el tiempo que colocaste en la escala, entonces puedes realizar movimientos con fuego o con luces dirigidas hacia la cámara. Este es el momento de Experimentar y Crear. Puedes utilizar velas, antorchas, focos de colores, etc. Juega con las diferentes velocidades y con la velocidad de los movimientos con las luces. Esta técnica requiere de mucha práctica. Prueba con todo lo que se te ocurra. Esta es la parte más divertida!
Esta es una escala clásica de velocidad de obturación. Las cámaras digitales traen valores intermedios.
La técnica para lograr el movimiento con
fuego y luces consiste básicamente en tomar una foto en algún lugar
oscuro o de noche con velocidades de obturación muy lentas. Es como
sacar una foto durante un tiempo prolongado que nos permita realizar
movimientos con fuego o con una luz dirigida hacia la cámara. Las
velocidades lentas nos obligan a trabajar con trípode. Esto permite que
que todos los objetos queden quietos excepto el que se mueve.
7 Pasos Simples para registrar el Movimiento del fuego o luces:
1) Busca un lugar completamente oscuro. Puede ser en una habitación cerrada o de noche en algún lugar donde no llegue la luz del ambiente.2) Coloca la cámara en un trípode.
3) Coloca el modo M (Manual): Generalmente las cámaras traen cuatro modos de exposición: P, A, S ó Tv y M. La mayoría de las personas que no saben utilizar la cámara para Jugar con la Luz, usan el modo P o automático para que la cámara ajuste todos los controles. La foto sale bien pero no puedes elegir el efecto que quieres hacer. Digamos que si la cámara lo decide registra el movimiento y sino no.
4) Elige una velocidad lenta de la escala de velocidades que tenga tu cámara: Por ejemplo 8, 4, 2, que son fracciones de segundos (1/8 de segundos) ó 4″, 8″, 15″, que son segundos. Busca en tu cámara cómo variar los valores de la escala de velocidades de obturación. Generalmente se mueven desde un dial de comando. Hazte el hábito de consultar el manual de tu cámara.
5) Te recomiendo utilizar un diafragma cerrado o de orificio pequeño (f 8, f11, f 16) que te permitirá mayor profundidad de campo (Nitidez en toda la fotografía) y un ISO bajo (100) que ayuda a lograr mayor definición de la imágen. Busca en tu cámara cómo variar los valores de la escala de diafragmas que se simboliza con la letra f. Generalmente se mueven desde un dial de comando. Hazte el hábito de consultar el manual de tu cámara.
6) Presiona el botón de disparo. Puedes utilizar el temporizador o disparador automático para que la foto salga unos segundos después que presionas el botón de disparo, de esta manera te aseguras no producir movimientos en la cámara.
7) Una vez que se produce el disparo el obturador se abre durante el tiempo que colocaste en la escala, entonces puedes realizar movimientos con fuego o con luces dirigidas hacia la cámara. Este es el momento de Experimentar y Crear. Puedes utilizar velas, antorchas, focos de colores, etc. Juega con las diferentes velocidades y con la velocidad de los movimientos con las luces. Esta técnica requiere de mucha práctica. Prueba con todo lo que se te ocurra. Esta es la parte más divertida!
domingo, 23 de junio de 2013
Reembolso de Canon: hasta 300 euros de ahorro en cámaras, objetivos y flashes
Comprar alguno de los productos incluidos en la promoción, registrarlo y acercarse a un cajero automático. Eso es todo lo que hace falta para disfrutar de los reembolsos directos de hasta 300 euros que Canon ofrece para algunas de sus cámaras, objetivos y flashes. Hacerse con la mejor calidad fotográfica es ahora más sencillo y económico que nunca.
Más de una decena de objetivos, tres cámaras réflex de la gama EOS y dos objetivos son los protagonistas de la última campaña de reembolso que Canon ha lanzado hasta el próximo 15 de julio. Hasta entonces es posible disfrutar de descuentos de hasta 300 euros en casi una veintena de productos.
Para acceder a la promoción basta con adquirir una de las cámaras, objetivos o flashes incluidos, registrarlo en la web de Canon y pasarse por uno de los cajeros automáticos autorizados para recibir el dinero. Así de rápido y sencillo.
De este modo, quienes quieran hacerse con una EOS 7D podrán conseguir un reembolso de 100 euros, o de 80 euros en el caso de la EOS 60D. Por su parte, la larga lista de objetivos que se benefician de esta promoción incluye descuentos de 300 euros para modelos como el 24-70 mm f2.8 II o el 70-200 mm f2.8 II, por ejemplo.
Samsung Galaxy NX: primeras impresiones
Si se puede hacer, ¿por qué no probarlo? Esta filosofía, que en
ocasiones conduce a grandes inventos y otras al simple exceso, parece
estar en el ADN de la nueva Samsung Galaxy NX.
Novedosa, valiente, hiperbólica y en gran parte lógica. No está mal
para una cámara que se acaba de anunciar y que de hecho es única en su
clase.
Todos esos calificativos iban pasando por nuestra cabeza cuando anoche la firma surcoreana desveló este modelo en Londres junto a otros dispositivos en un descomunal evento (cuesta imaginar la cantidad de medios que se dedican a hablar de tecnología en el mundo) con el que Samsung parece recordar a la competencia que ahora mismo puede permitirse estos lujos. Y puesto que puede, lo hace.
En realidad la Galaxy NX no es sino la evolución lógica de la Galaxy Camera. Si se podía hacer con una compacta, ¿por qué no probar ahora con un modelo de óptica intercambiable? Se nos ocurren muchas respuestas a esa pregunta, empezando por el tipo de usuario que se acerca a uno y otro sector. Pero qué mejor que teorizar que echarle un primer vistazo a esta cámara con Android y 4G.
Herencia de la NX20
La Galaxy NX es bastante grande. Lo parecía en las imágenes que se habían filtrado hace días, y entre las manos se confirma la sospecha. Esto facilita su sujeción y manejo -dispone de una empuñadura generosa-, pero habrá que tener en cuenta sus dimensiones si de lo que se trata es de ir ligeros de equipaje.
Con unas formas que recuerdan a la NX20, es más voluminosa que ésta, si bien el grosor del conjunto es posiblemente el aspecto que más se ha cuidado. ¿Por qué no se ha apostado por unas líneas más en consonancia con la reciente NX300? Después de todo, el tipo de usuario que se acerca a una cámara que tiene tanto de "gadget" como de de aparato fotográfico no suele ser muy amigo -si se nos permite el tópico- de ir con la mochila llena de trastos.
Estamos convencidos de que Samsung tendrá sus motivos, pero si se trata de destacar la parte buena, además de la citada empuñadura no podemos olvidarnos del visor electrónico integrado, que a primera vista -nunca mejor dicho- convence.
Sin botones
Pero si hay una cosa que sorprende de esta cámara antes incluso de leer la hoja de especificaciones, ésta es su pantalla táctil. Con nada menos que 4,8 pulgadas de diagonal, se convierte en la pantalla más grande jamás usada en una cámara de estas características. Esto, unido a su resolución de 1280 x 720 puntos, nos obliga a seguir al pie de la letra ese conocido consejo que invita a no fiarse demasiado de lo bonitas, saturadas y contrastadas que lucen las fotos en la cámara.
Pero, ¿hacía falta tanta pantalla? Tras pasar unos minutos jugando con la Galaxy NX, no estamos del todo convencidos de que haya primado el sentido común frente al titular. Estas enormes dimensiones arrastran al peso de la cámara, y suponemos que también pasarán factura en cuanto al precio del conjunto y el consumo de batería. Esa delgada línea entre lo grande y lo excesivo es a veces complicada de delimitar.
Lo que sí es cierto es que la pantalla es el elemento crucial de la Galaxy NX, porque a través de ella hay que gestionarlo todo. De hecho, el botón de encendido, otro pulsador para el vídeo y una rueda de control -demasiado suave en nuestra opinión- son los únicos mandos físicos de la cámara. Para el resto de controles ya tenemos la pantalla táctil.
Antes de que los más acostumbrados a los botones y los accesos directos se lleven las manos a la cabeza, hay que recordar que la mayoría de ópticas de Samsung incorporan el botón iFn, que permite acceder a algunas funciones. Algo es algo.
El sistema de menús y manejo en pantalla recuerda mucho a lo que ya vimos en la Galaxy Camera, incluidos esos curiosos menús circulares para los modos de trabajo manuales. En este caso, eso sí, disponemos del citado dial de la zona superior.
Rápida
La Galaxy NX cuenta con un procesador de cuatro núcleos y 1,6 GHz y otro motor de imagen dedicado exclusivamente al apartado fotográfico. Todo ello se traduce -por lo poco que hemos podido ver- en una agilidad notable en el funcionamiento general de la cámara y el disparo, con ráfagas de casi 9 fotogramas por segundo. Eso sí, igual que en la Galaxy Camera, la puesta en marcha desde cero implicará una pequeña espera mientras se carga el sistema operativo.
Buenas noticias también en cuanto a la velocidad del sistema de enfoque automático híbrido, que se ha comportado de una forma bastante prometedora. Teniendo presentes los resultados vistos en las últimas cámaras de Samsung, no parece que vaya a haber que preocuparse ni por este aspecto ni por la calidad de imagen de su CMOS de tamaño APS-C y 20 megapíxeles.
Puestos a lanzar voces de alarma, a priori preocupan más la batería, el precio -se escuchaba en algunos corrillos hablar de 1.500 euros, aunque confiamos en haber escuchado mal- y el ejercicio necesario para acostumbrarnos a su sistema de manejo y a esa pantalla tan grande que resulta casi imposible no tocar mientras sujetamos la cámara.
Puesto que estamos hablando de una cámara con Android (en su versión 4.2, concretamente), por supuesto disponemos de todas las funciones de este sistema operativo, así como el acceso a las aplicaciones de la tienda de Google Play. Por cierto, para pasar del modo de cámara a las funciones de esta Galaxy como tablet -no hay que olvidar que no es un teléfono- basta con desplazar el dedo por la pantalla de derecha a izquierda. Parece fácil, pero cuesta descubrirlo.
¿Galaxy o NX?
Exactamente igual que ocurrió con la Galaxy Camera, esta NX está llamada a ser el tema de debate durante los próximos meses. Es más, seguro que dedicaremos más tiempo a preguntarnos en alto si tiene sentido o es un simple golpe de efecto por parte de Samsung que a hablar de su rendimiento fotográfico.
Demasiado grande y con el peligro de que sea también demasiado cara, Samsung tiene un duro trabajo por delante para colocarla en el mercado y dar con los usuarios interesados en una cámara de altas prestaciones como ésta, pero con un plus de conectividad.
Y es que tras este primer y rápido contacto y a la espera de poder probarla en condiciones, a la larga lista de cuestiones sumamos una más: ¿es una NX que se ha convertido a Galaxy o simplemente una Galaxy venida a más y que sueña con ser NX? Puede que dé lo mismo el orden de los factores, pero tal vez no.
Todos esos calificativos iban pasando por nuestra cabeza cuando anoche la firma surcoreana desveló este modelo en Londres junto a otros dispositivos en un descomunal evento (cuesta imaginar la cantidad de medios que se dedican a hablar de tecnología en el mundo) con el que Samsung parece recordar a la competencia que ahora mismo puede permitirse estos lujos. Y puesto que puede, lo hace.
En realidad la Galaxy NX no es sino la evolución lógica de la Galaxy Camera. Si se podía hacer con una compacta, ¿por qué no probar ahora con un modelo de óptica intercambiable? Se nos ocurren muchas respuestas a esa pregunta, empezando por el tipo de usuario que se acerca a uno y otro sector. Pero qué mejor que teorizar que echarle un primer vistazo a esta cámara con Android y 4G.
Herencia de la NX20
La Galaxy NX es bastante grande. Lo parecía en las imágenes que se habían filtrado hace días, y entre las manos se confirma la sospecha. Esto facilita su sujeción y manejo -dispone de una empuñadura generosa-, pero habrá que tener en cuenta sus dimensiones si de lo que se trata es de ir ligeros de equipaje.
Con unas formas que recuerdan a la NX20, es más voluminosa que ésta, si bien el grosor del conjunto es posiblemente el aspecto que más se ha cuidado. ¿Por qué no se ha apostado por unas líneas más en consonancia con la reciente NX300? Después de todo, el tipo de usuario que se acerca a una cámara que tiene tanto de "gadget" como de de aparato fotográfico no suele ser muy amigo -si se nos permite el tópico- de ir con la mochila llena de trastos.
Estamos convencidos de que Samsung tendrá sus motivos, pero si se trata de destacar la parte buena, además de la citada empuñadura no podemos olvidarnos del visor electrónico integrado, que a primera vista -nunca mejor dicho- convence.
Sin botones
Pero si hay una cosa que sorprende de esta cámara antes incluso de leer la hoja de especificaciones, ésta es su pantalla táctil. Con nada menos que 4,8 pulgadas de diagonal, se convierte en la pantalla más grande jamás usada en una cámara de estas características. Esto, unido a su resolución de 1280 x 720 puntos, nos obliga a seguir al pie de la letra ese conocido consejo que invita a no fiarse demasiado de lo bonitas, saturadas y contrastadas que lucen las fotos en la cámara.
Pero, ¿hacía falta tanta pantalla? Tras pasar unos minutos jugando con la Galaxy NX, no estamos del todo convencidos de que haya primado el sentido común frente al titular. Estas enormes dimensiones arrastran al peso de la cámara, y suponemos que también pasarán factura en cuanto al precio del conjunto y el consumo de batería. Esa delgada línea entre lo grande y lo excesivo es a veces complicada de delimitar.
Lo que sí es cierto es que la pantalla es el elemento crucial de la Galaxy NX, porque a través de ella hay que gestionarlo todo. De hecho, el botón de encendido, otro pulsador para el vídeo y una rueda de control -demasiado suave en nuestra opinión- son los únicos mandos físicos de la cámara. Para el resto de controles ya tenemos la pantalla táctil.
Antes de que los más acostumbrados a los botones y los accesos directos se lleven las manos a la cabeza, hay que recordar que la mayoría de ópticas de Samsung incorporan el botón iFn, que permite acceder a algunas funciones. Algo es algo.
El sistema de menús y manejo en pantalla recuerda mucho a lo que ya vimos en la Galaxy Camera, incluidos esos curiosos menús circulares para los modos de trabajo manuales. En este caso, eso sí, disponemos del citado dial de la zona superior.
Rápida
La Galaxy NX cuenta con un procesador de cuatro núcleos y 1,6 GHz y otro motor de imagen dedicado exclusivamente al apartado fotográfico. Todo ello se traduce -por lo poco que hemos podido ver- en una agilidad notable en el funcionamiento general de la cámara y el disparo, con ráfagas de casi 9 fotogramas por segundo. Eso sí, igual que en la Galaxy Camera, la puesta en marcha desde cero implicará una pequeña espera mientras se carga el sistema operativo.
Buenas noticias también en cuanto a la velocidad del sistema de enfoque automático híbrido, que se ha comportado de una forma bastante prometedora. Teniendo presentes los resultados vistos en las últimas cámaras de Samsung, no parece que vaya a haber que preocuparse ni por este aspecto ni por la calidad de imagen de su CMOS de tamaño APS-C y 20 megapíxeles.
Puestos a lanzar voces de alarma, a priori preocupan más la batería, el precio -se escuchaba en algunos corrillos hablar de 1.500 euros, aunque confiamos en haber escuchado mal- y el ejercicio necesario para acostumbrarnos a su sistema de manejo y a esa pantalla tan grande que resulta casi imposible no tocar mientras sujetamos la cámara.
Puesto que estamos hablando de una cámara con Android (en su versión 4.2, concretamente), por supuesto disponemos de todas las funciones de este sistema operativo, así como el acceso a las aplicaciones de la tienda de Google Play. Por cierto, para pasar del modo de cámara a las funciones de esta Galaxy como tablet -no hay que olvidar que no es un teléfono- basta con desplazar el dedo por la pantalla de derecha a izquierda. Parece fácil, pero cuesta descubrirlo.
¿Galaxy o NX?
Exactamente igual que ocurrió con la Galaxy Camera, esta NX está llamada a ser el tema de debate durante los próximos meses. Es más, seguro que dedicaremos más tiempo a preguntarnos en alto si tiene sentido o es un simple golpe de efecto por parte de Samsung que a hablar de su rendimiento fotográfico.
Demasiado grande y con el peligro de que sea también demasiado cara, Samsung tiene un duro trabajo por delante para colocarla en el mercado y dar con los usuarios interesados en una cámara de altas prestaciones como ésta, pero con un plus de conectividad.
Y es que tras este primer y rápido contacto y a la espera de poder probarla en condiciones, a la larga lista de cuestiones sumamos una más: ¿es una NX que se ha convertido a Galaxy o simplemente una Galaxy venida a más y que sueña con ser NX? Puede que dé lo mismo el orden de los factores, pero tal vez no.
PHOTOSHOP CC
Piratas en la nube. El pasado martes Adobe lanzaba Photoshop CC. Aunque cuenta con un buen surtido de novedades respecto a la versión anterior, el mayor cambio -y el que más ha dado que hablar en las últimas semanas- es el nuevo modelo de negocio con el que Adobe vende su paquete de software: mediante una suscripción con una cuota mensual. Esta medida se ha tomado en parte para combatir la piratería. Pero tan sólo han sido necesarias unas pocas horas para que esta nueva versión de Photoshop ya se pudiera descargar ilegalmente desde un conocido sitio de archivos "torrent". Quienes lo han probado aseguran que es el programa de verdad, aunque éste sigue requiriendo de una conexión a Internet después de instalarlo para comprobar el estado de la correspondiente suscripción a Creative Cloud. En Fstoppers cuentan con más detalles.
FOTOMETRO PARA IPHONE 5
Un fotómetro para el iPhone. ¿Habrían
imaginado alguna vez en Apple que su smartphone llegaría a ser tan
popular y que contaría con tantas aplicaciones y accesorios dedicados
única y exclusivamente a la fotografía? En British Journal of Photography
se hacen eco del fotómetro para el iPhone que los responsables de Lumu
Labs pretenden lanzar una vez termine la campaña de financiación que han
iniciado en Kickstarter. Según la empresa creadora, estamos ante el
medidor de luz del siglo XXI. Sólo hay que conectarlo al teléfono para
conseguir, junto con la correspondiente aplicación, una medición exacta
de la luz disponible.
martes, 18 de junio de 2013
Lightroom 5 ya está aquí
Después de algo más de dos meses de beta pública, Lightroom 5 se lanza oficialmente al mercado por un precio de 127,92€ (149 dólares en su versión americana). Como aseguró
Adobe hace un par de semanas, este programa se podrá seguir comprando
de manera individual y, en consecuencia, no será necesario comprar el
paquete de suscripción de Creative Cloud para usarlo.
Las principales novedades son:
Las principales novedades son:
- Pincel corrector avanzado. Especialmente pensado para eliminar imperfecciones o elementos no deseados en nuestras fotos. Aparte de cambiar de tamaño, es posible modificar el trazo, por lo que podremos corregir con mayor precisión.
- Upright. Sirve para enderezar las imágenes torcidas. La herramienta rastrea nuestras fotos en busca de líneas horizontales y verticales, y a partir de ahí comienza a enderezar.
- Degradado radial. Ideada para destacar zonas concretas de nuestras fotos. Permite incluir varios efectos de viñeta en una misma imagen.
- Previsualizaciones inteligentes. Esta herramienta nos permitirá editar imágenes sin tener la copia RAW en nuestro disco duro. Crea copias de tamaño reducido de las fotos originales y es en ellas en las que trabajaremos.
- Presentaciones de diapositivas de vídeo. Para enseñar nuestro trabajo, estas presentaciones nos permitirán incluir imágenes estáticas, vídeo y música.
- Creación de libros de fotos mejorada. Interesante
para los fotógrafos que quieran publicar sus trabajos en libro. Habrá
plantillas de serie para facilitar el proceso. ¿Qué os parecen las mejoras? Nosotros ya estamos probando esta nueva
versión de Lightroom y en los próximos días os contaremos nuestras
impresiones. Mientras tanto, no dudéis en compartir con nosotros
vuestras impresiones.
Adobe presenta Photoshop Touch para iPhone y terminales con Android
Adobe es una de las compañías más importantes en el mundo de la edición digital de fotografías, por ende, también necesitan aggiornar sus productos a las necesidades de los consumidores. En febrero del año pasado, presentaron su producto Photoshop Touch, orientado a los usuarios de tabletas. Ahora, esta aplicación de Adobe recibe una interesante actualización, que permite que también pueda ser descargada por los usuarios de iPhone y terminales con Android.
Photoshop Touch nos permite usar gran parte de la batería de funciones de Photoshop, con una interfaz táctil a través de la cual tenemos que interactuar con las imágenes directamente con nuestros dedos, aprovechando al máximo las pantallas con las que vienen equipadas los nuevos móviles. Así, tenemos acceso en nuestro móvil a edición a través de capas, herramientas de selección, filtros, ajustes de tono, y ajustes de color, entre otras cosas.
Por supuesto, usamos la expresión “gran parte de las funciones” porque no se trata de una versión completa de Photoshop, sino limitada y optimizada para dispositivos como estos. Por ejemplo, las capas usadas por los fotógrafos pueden tener un tamaño de hasta 12 megapíxeles. Otra funcionalidad interesante de Photoshop Touch es su conectividad con la Creative Cloud de Adobe, una opción de almacenamiento en la nube para los usuarios de la marca.
En este sentido, Adobe busca avanzar un poco más y ponerse al tono con las épocas permitiendo que sus usuarios puedan tener acceso a sus productos desde cualquier dispositivo. Así es como apostaron fuerte a Creative Cloud, una herramienta lanzada junto a la versión CS6 el año pasado, que nos permite acceder a los principales programas de su Suite directamente desde internet. Photoshop Touch, por otra parte, es un producto interesante para desarrollar a futuro.
Estamos viendo algunos cambios interesantes por parte de Adobe, relacionados con su forma de hacer negocios. Por ejemplo, hace algunas semanas la compañía compró la red Behance, una plataforma donde miles de fotógrafos y diseñadores comparten su trabajo. También renovó algunos productos como Lightroom, y presentó una nueva versión de Photoshop Elements, más orientado a los fotógrafos principiantes que necesitan de una versión más liviana y simple de usar.
Photoshop Touch nos permite usar gran parte de la batería de funciones de Photoshop, con una interfaz táctil a través de la cual tenemos que interactuar con las imágenes directamente con nuestros dedos, aprovechando al máximo las pantallas con las que vienen equipadas los nuevos móviles. Así, tenemos acceso en nuestro móvil a edición a través de capas, herramientas de selección, filtros, ajustes de tono, y ajustes de color, entre otras cosas.
Por supuesto, usamos la expresión “gran parte de las funciones” porque no se trata de una versión completa de Photoshop, sino limitada y optimizada para dispositivos como estos. Por ejemplo, las capas usadas por los fotógrafos pueden tener un tamaño de hasta 12 megapíxeles. Otra funcionalidad interesante de Photoshop Touch es su conectividad con la Creative Cloud de Adobe, una opción de almacenamiento en la nube para los usuarios de la marca.
En este sentido, Adobe busca avanzar un poco más y ponerse al tono con las épocas permitiendo que sus usuarios puedan tener acceso a sus productos desde cualquier dispositivo. Así es como apostaron fuerte a Creative Cloud, una herramienta lanzada junto a la versión CS6 el año pasado, que nos permite acceder a los principales programas de su Suite directamente desde internet. Photoshop Touch, por otra parte, es un producto interesante para desarrollar a futuro.
Estamos viendo algunos cambios interesantes por parte de Adobe, relacionados con su forma de hacer negocios. Por ejemplo, hace algunas semanas la compañía compró la red Behance, una plataforma donde miles de fotógrafos y diseñadores comparten su trabajo. También renovó algunos productos como Lightroom, y presentó una nueva versión de Photoshop Elements, más orientado a los fotógrafos principiantes que necesitan de una versión más liviana y simple de usar.
Desmintiendo los mitos de Adobe Creative Cloud
Hace algunos días, Adobe logró poner patas para arriba a la industria con un anuncio sorprendente, pero que también se podría haber vaticinado. Siguiendo la línea de la movida del software, la compañía anunció que su Creative Suite dejará de existir, mientras que todos sus servicios y aplicaciones pasarán a formar parte de Creative Cloud, una serie de servicios basados en la nube anunciados el año pasado. Con esto, lo que hace Adobe es cambiar el modelo de facturación
de una forma inteligente (para ellos, no para nosotros). Hoy, vamos a
encargarnos de despejar algunas dudas sobre la noticia, y hablar sobre
los mitos de Creative Cloud que más tememos.
La orientación de esta novedad es eliminar la piratería de raíz. El cambio de Creative Suite a Creative Cloud está basado, básicamente, en cómo Adobe nos va a cobrar por usar sus programas. Antes, teníamos que comprar la licencia para poder usar el software. Ahora, vamos a tener que pagar un pase mensual para poder usar estos programas. La suscripción a Creative Cloud se renueva todos los meses, con costos variables que dependen de si somos o no usuarios previos de los productos de Adobe (y usuarios legales, claro está). No solamente es una movida para eliminar la piratería, sino también para abultar bolsillos. Pero veamos más de cerca los mitos de Creative Cloud.
Por otro lado, Adobe también se encarga de desmentir una preocupación de muchos usuarios que tienen varios equipos. Por ejemplo, una de las preguntas es si debemos tener dos suscripciones si trabajamos por un lado con un ordenador Windows, y por el otro con un Mac. Esto no es cierto, dicen, y de hecho alaban al nuevo Creative Cloud como una forma de evitar los problemas de compatibilidad entre sistemas operativos. Con Creative Cloud se puede instalar el software en dos computadoras, una Mac y una Windows. Con esto, también se cargan a otro de los mitos de Creative Cloud.
¿Es una buena decisión hacer esto? La realidad es que para Adobe, sí. No es ningún secreto que están buscando deshacerse de los altos niveles de piratería que tienen sus productos. Con la instauración de Creative Cloud como reemplazo de su suite, lo que están haciendo es cambiar un modelo de negocio que les permitirá facturar todos los meses a la enorme cantidad de personas que, en el mundo, usan sus programas. Los piratas no podrán encontrar una forma de hacer bypass de esto, aunque la realidad es que también son bastante creativos… Veremos qué sucede en ese sentido una vez que el plan se lleve adelante.
El principal problema, creo, y en este sentido estoy de acuerdo con Andrés, es que no estamos en condiciones de ser los dueños del programa por el que estamos pagando. Ahora bien, no se trata de ser el dueño del programa en el mismo sentido que Adobe, sino de poder usarlo como más nos guste, y no tener que estar pendiente todos los meses de la cuenta. ¿Y qué sucederá con las empresas que deben utilizar adobe? ¿Qué tan exitoso podrá ser CC7 con toda esta mala prensa que están consiguiendo? Esa es otra de las cosas que sólo el tiempo dirá.
La orientación de esta novedad es eliminar la piratería de raíz. El cambio de Creative Suite a Creative Cloud está basado, básicamente, en cómo Adobe nos va a cobrar por usar sus programas. Antes, teníamos que comprar la licencia para poder usar el software. Ahora, vamos a tener que pagar un pase mensual para poder usar estos programas. La suscripción a Creative Cloud se renueva todos los meses, con costos variables que dependen de si somos o no usuarios previos de los productos de Adobe (y usuarios legales, claro está). No solamente es una movida para eliminar la piratería, sino también para abultar bolsillos. Pero veamos más de cerca los mitos de Creative Cloud.
1. Correr aplicaciones en un navegador
Cuando se nos habla de aplicaciones en la nube, automáticamente pensamos en tener que usarlas desde un navegador como Chrome y Firefox. Y con programas naturalmente pesados y demandantes como los que forman parte de la suite de Adobe, esto podría ser tenebroso. Sin embargo, desde Adobe se encargan de aclarar que no es el caso de Creative Cloud. Los usuarios de CC pueden descargar e instalar sus aplicaciones como siempre lo han hecho. Photoshop, Lightroom, Illustrator, todas estarán disponibles en nuestro disco duro, y no tendremos que usarlas desde internet. Lo que se relaciona con el segundo mito de Creative Cloud.2. La conexión a internet
¿Vamos a tener que estar constantemente conectados para poder usar nuestros programas? No necesariamente. Y esto está relacionado con el punto anterior: los programas de Adobe se instalan en nuestro disco –o sea, no se accede a ellos a partir del éter de internet- y también se pueden correr de forma offline. Sin embargo, la conexión a internet sí será necesaria una vez por mes para poder renovar nuestra suscripción al servicio (es decir, para abrir la billetera). Si nos quedamos desconectados, buscando burlar al “sistema”, probablemente nos quedemos sin posibilidad de usar el programa. Pero si pagamos, no hay problema con usarlo de forma offline.3. No se puede compartir archivos con personas que no tienen Creative Cloud
No necesariamente. Este nuevo mito de Creative Cloud indica que no podríamos compartir un archivo de Photoshop o de Illustrator, por ejemplo, si la persona a la que se lo enviamos no está suscrita a este nuevo modelo de negocios. Sin embargo, de acuerdo con Adobe cuando terminamos de trabajar en un archivo, podemos enviar el link a quien sea necesario, y ellos podrán ver el archivo en su navegador, aunque no tengan Creative Cloud o las aplicaciones de Adobe que son usadas para crear esos archivos.4. Pérdida de acceso a los archivos cuando nos damos de baja
Esto tampoco es exactamente cierto, según Adobe. La idea de que dejamos de poder ver nuestros archivos cuando perdemos nuestra suscripción es otro de los grandes mitos de Creative Cloud. Sin embargo, lo que sucede cuando perdemos o abandonamos la suscripción es que ya no tenemos acceso a las aplicaciones. Los archivos se pueden seguir abriendo con versiones anteriores de los programas que tengamos en la computadora. En ese caso, es necesario que nuestros archivos se guarden en un formato compatible.5. Siempre deberás corer la última versión del software
Adobe también se esfuerza en desmentir este mito. Como usuarios de Creative Cloud, no vamos a estar obligados a hacer todas las actualizaciones. Tenemos la elección de correr la versión del programa que queramos hasta que estemos listos para actualizar. Ponen énfasis en el hecho de que muchas veces sus clientes y proveedores no tienen acceso a las versiones más nuevas, y puede ser un lastre en la dinámica de trabajo. Sin embargo, atención: podemos seguir usando la versión vieja durante un año después de que es lanzada la nueva.Por otro lado, Adobe también se encarga de desmentir una preocupación de muchos usuarios que tienen varios equipos. Por ejemplo, una de las preguntas es si debemos tener dos suscripciones si trabajamos por un lado con un ordenador Windows, y por el otro con un Mac. Esto no es cierto, dicen, y de hecho alaban al nuevo Creative Cloud como una forma de evitar los problemas de compatibilidad entre sistemas operativos. Con Creative Cloud se puede instalar el software en dos computadoras, una Mac y una Windows. Con esto, también se cargan a otro de los mitos de Creative Cloud.
¿Es una buena decisión hacer esto? La realidad es que para Adobe, sí. No es ningún secreto que están buscando deshacerse de los altos niveles de piratería que tienen sus productos. Con la instauración de Creative Cloud como reemplazo de su suite, lo que están haciendo es cambiar un modelo de negocio que les permitirá facturar todos los meses a la enorme cantidad de personas que, en el mundo, usan sus programas. Los piratas no podrán encontrar una forma de hacer bypass de esto, aunque la realidad es que también son bastante creativos… Veremos qué sucede en ese sentido una vez que el plan se lleve adelante.
El principal problema, creo, y en este sentido estoy de acuerdo con Andrés, es que no estamos en condiciones de ser los dueños del programa por el que estamos pagando. Ahora bien, no se trata de ser el dueño del programa en el mismo sentido que Adobe, sino de poder usarlo como más nos guste, y no tener que estar pendiente todos los meses de la cuenta. ¿Y qué sucederá con las empresas que deben utilizar adobe? ¿Qué tan exitoso podrá ser CC7 con toda esta mala prensa que están consiguiendo? Esa es otra de las cosas que sólo el tiempo dirá.
Photoshop CC: se podrá usar Camera Raw como filtro
Una de las novedades más controversiales de 2013, aún cuando el año todavía no ha llegado a su mitad, es la decisión de Adobe de mudar su suite a la nube. En lugar de tener una Creative Suite, vamos a tener una Creative Cloud,
con una suscripción renovable para usar los programas –y, de esa forma,
reducir la piratería-. Adobe se encargó de desmentir algunos de los mitos más importantes de Creative Cloud, y encontramos que hay quizás algunos beneficios en el uso de esta modalidad. Por ejemplo, la posibilidad de usar Camera Raw como un filtro de Photoshop CC.
Hasta ahora, los ajustes que podíamos realizar con Camera Raw se podían hacer dentro de este software, en el cual no podemos usar cualquier tipo de imágenes. Dentro de Photoshop CC, una de las adiciones más interesantes permitirá que podamos usar Camera Raw como un filtro de Photoshop en cualquier imagen, de forma simple, como si se tratase de cualquier otro filtro.
Y de hecho, por lo que podemos ver en este video, no es mentira que será muy fácil (aunque habrá que verlo en acción, por supuesto):
En Photoshop CC, Camera Raw se convierte en filtro, lo que quiere decir que vamos a poder usar este programa dentro de Photoshop, en cualquier imagen. Podemos agregar claridad, usar Post Crop Vignette, agregar granulado, distorsiones, y mucho más.
Básicamente, se trata de poder usar Camera Raw dentro de Photoshop, aunque lo usemos como un filtro inteligente, lo que además quiere decir que no nos encontraremos con limitaciones, podremos aprovechar el potencial de los dos.
En mayo de este año, Adobe anunció que no habría una salida de su suite CS7, sino que, al contrario, haría disponible sus programas de forma online a través de la metodología de Creative Suite. En aras de deshacerse de la piratería, ahora vamos a tener que abonar una suscripción mensual para poder continuar usando los programas –es decir, si no pagamos una vez por mes, no vamos a poder usarlos más-.
Lo que no quiere decir que dejarán de funcionar las versiones anteriores, pero quizás nos perdemos de algunas cosas importantes, como la que nos permite usar Camera Raw como un filtro de Photoshop, o la posibilidad de milagrosamente corregir fotografías borrosas a través de Shake Reduction.
¿Bueno, malo? Honestamente no le veo la gracia. Suficiente con que tenemos que tenerlo en la nube. Es controversial, por decir algo mínimo, y aunque podamos usar Camera Raw (que ya podemos usar por separado y no tiene nada de malo) no justifica todo el lío.
Hasta ahora, los ajustes que podíamos realizar con Camera Raw se podían hacer dentro de este software, en el cual no podemos usar cualquier tipo de imágenes. Dentro de Photoshop CC, una de las adiciones más interesantes permitirá que podamos usar Camera Raw como un filtro de Photoshop en cualquier imagen, de forma simple, como si se tratase de cualquier otro filtro.
Y de hecho, por lo que podemos ver en este video, no es mentira que será muy fácil (aunque habrá que verlo en acción, por supuesto):
En Photoshop CC, Camera Raw se convierte en filtro, lo que quiere decir que vamos a poder usar este programa dentro de Photoshop, en cualquier imagen. Podemos agregar claridad, usar Post Crop Vignette, agregar granulado, distorsiones, y mucho más.
Básicamente, se trata de poder usar Camera Raw dentro de Photoshop, aunque lo usemos como un filtro inteligente, lo que además quiere decir que no nos encontraremos con limitaciones, podremos aprovechar el potencial de los dos.
En mayo de este año, Adobe anunció que no habría una salida de su suite CS7, sino que, al contrario, haría disponible sus programas de forma online a través de la metodología de Creative Suite. En aras de deshacerse de la piratería, ahora vamos a tener que abonar una suscripción mensual para poder continuar usando los programas –es decir, si no pagamos una vez por mes, no vamos a poder usarlos más-.
Lo que no quiere decir que dejarán de funcionar las versiones anteriores, pero quizás nos perdemos de algunas cosas importantes, como la que nos permite usar Camera Raw como un filtro de Photoshop, o la posibilidad de milagrosamente corregir fotografías borrosas a través de Shake Reduction.
¿Bueno, malo? Honestamente no le veo la gracia. Suficiente con que tenemos que tenerlo en la nube. Es controversial, por decir algo mínimo, y aunque podamos usar Camera Raw (que ya podemos usar por separado y no tiene nada de malo) no justifica todo el lío.
Génesis, la vuelta de Sebastiao Salgado
Un nuevo libro de Sebastiao Salgado es una noticia excelente para el mundo de la fotografía. Es uno de los fotógrafos más mediáticos de los últimos años.
Sus libros son ensayos definitivos sobre los temas que tocan. Y el
último es una nuevo toque de atención a la humanidad: Génesis.
Su nuevo libro, publicado en España por la editorial Taschen, es de nuevo un golpe para las conciencias de todos los que se atrevan a ver sus fotos. Pero, al menos visualmente, no es tan duro como sus dos trabajos más conocidos: Trabajadores (1993) y Éxodos (2000), que le dejaron extenuado.
Trabajadores y Éxodos nos cuentan el lado más oscuro del planeta Tierra, este insignificante punto azul en el espacio que, según podemos ver en ambos libros, es capaz de recoger las situaciones más duras que un ser humano puede aguantar. De hecho, antes de verlos, la gran mayoría desconocía semejantes atrocidades. Lo más curioso de todo es que son trabajos hermosísimos. El horror nunca había parecido tan hermoso.
Esta paradoja, es el principal argumento para desacreditar el trabajo del economista brasileño, pues esa es su formación. Muchos ven demasiada belleza en sus fotografías. Parece que está esperando una mueca de dolor, un gesto de cansancio que combine bien con la luz y la composición del momento y crear un momento único, a pesar de todo.
Pero detrás de sus fotografías no existe la frivolidad de algunos turistas y fotógrafos sin escrúpulos. Toda su obra es fruto de un trabajo exhaustivo de recopilación de datos, lugares y situaciones para comunicar al futuro espectador, nosotros, la situación real de la sociedad. Tiene muy clara la finalidad de todo el proceso: que al final, a cada uno de nosotros nos quedé un poso de solidaridad y conciencia para cambiar el mundo. El ve el mundo en términos económicos, y sabe que la suma es la única forma de conseguir más soluciones para un mundo que se desmorona.
Tiene una forma muy peculiar de ver la fotografía, y algunos pueden verla hasta fría, pero no podemos olvidar sus orígenes y sus estudios. Es triste, pero en un mundo como el actual es verdad. Así que los románticos no leáis esta declaración de Sebastiao Salgado, que nos descubrió José Manuel Navia:
Por eso no se puede pensar que hace fotografías sin pensar, a la ligera, por frivolidad. Son fruto de un trabajo agotador que muchas veces le han llevado al límite, como ha ocurrido también en este caso, con su último libro. Génesis nació gracias al descanso que tuvo que tomar después del agotador proyecto Éxodos, que le dejó sin energías y sin fe en el futuro.
Dicho descanso lo tomó en una antigua hacienda de su familia en Brasil. Era terreno robado a la selva para el ganado y estaba destrozado. Junto con su mujer, verdadero pilar de su vida, decidieron reforestar el terreno, pero con muy pocas esperanzas. La sorpresa fue descubrir que en pocos años volvieron los animales a ocupar el terreno que se les había robado en nombre del progreso. Esto les hizo plantearse varias cosas, como lo delicado que es mantener el equilibro en la tierra y la fuerza arrolladora de la naturaleza. Por eso, decidieron embarcarse en este proyecto que ahora ve la luz en forma de libro y una exposición itinerante por todo el mundo.
El libro tiene más de 500 páginas, mide 24x35 cm y es una continua invitación a la observación. Además tiene el aliciente, para algunos forofos de la tecnología, de representar el cambio del mundo químico al digital por parte del autor. Es la primera vez que Salgado hace fotos con una cámara digital, y lo maravilloso es que no se nota. Es una de las pruebas más claras para el gran público de que lo importante es el fotógrafo, no la cámara que se use.
A lo largo del libro, y acompañado por un libreto con 17 páginas (no hay nada más cómodo para dar todo el protagonismo a las fotografías y poder leer por separado toda su descripción) descubrimos los últimos lugares y las últimas tribus que todavía no han sido contaminadas por el hombre destructor del siglo XX:
De nuevo nos encontramos ante un libro necesario, un imprescindible para la biblioteca que todo fotógrafo debe tener. Son fotos de la naturaleza virgen. No son fotos perfectas, son fotos reales en el blanco y negro, marca de la casa, de Salgado. Ese blanco y negro que a muchos nos hizo comprar rollos y rollos de TRi-X para intentar emularle hasta que nos enteramos de que tenía un laboratorio en París que sólo hacía sus copias con objetivos especiales para grandes ampliaciones.
Lo curioso de este trabajo es que empezó y terminó sin Leica, la marca fetiche del fotógrafo brasileño. Las fotos de este proyecto son disparos con una Pentax 645, de formato medio. Y justo cuando los grandes fabricantes abandonan el soporte de plata o desaparecen, y por culpa de los controles de los aeropuertos está a punto de abandonar el proyecto (le velaron algunos rollos), aparece el mundo digital ante él, en la forma de un Pentax 645D y una Canon EOS 1Ds MarkIII.
Y lo curioso es que esta historia es la que menos importa. La tecnología pierde protagonismo cuando las fotografías hablan por sí solas. Así que recomiendo comprarlo, ir a casa, sentarse en nuestro sillón favorito y disfrutar y concienciarse con esta joya con forma de libro. La fotografía habla.
Su nuevo libro, publicado en España por la editorial Taschen, es de nuevo un golpe para las conciencias de todos los que se atrevan a ver sus fotos. Pero, al menos visualmente, no es tan duro como sus dos trabajos más conocidos: Trabajadores (1993) y Éxodos (2000), que le dejaron extenuado.
Trabajadores y Éxodos nos cuentan el lado más oscuro del planeta Tierra, este insignificante punto azul en el espacio que, según podemos ver en ambos libros, es capaz de recoger las situaciones más duras que un ser humano puede aguantar. De hecho, antes de verlos, la gran mayoría desconocía semejantes atrocidades. Lo más curioso de todo es que son trabajos hermosísimos. El horror nunca había parecido tan hermoso.
Esta paradoja, es el principal argumento para desacreditar el trabajo del economista brasileño, pues esa es su formación. Muchos ven demasiada belleza en sus fotografías. Parece que está esperando una mueca de dolor, un gesto de cansancio que combine bien con la luz y la composición del momento y crear un momento único, a pesar de todo.
Pero detrás de sus fotografías no existe la frivolidad de algunos turistas y fotógrafos sin escrúpulos. Toda su obra es fruto de un trabajo exhaustivo de recopilación de datos, lugares y situaciones para comunicar al futuro espectador, nosotros, la situación real de la sociedad. Tiene muy clara la finalidad de todo el proceso: que al final, a cada uno de nosotros nos quedé un poso de solidaridad y conciencia para cambiar el mundo. El ve el mundo en términos económicos, y sabe que la suma es la única forma de conseguir más soluciones para un mundo que se desmorona.
Tiene una forma muy peculiar de ver la fotografía, y algunos pueden verla hasta fría, pero no podemos olvidar sus orígenes y sus estudios. Es triste, pero en un mundo como el actual es verdad. Así que los románticos no leáis esta declaración de Sebastiao Salgado, que nos descubrió José Manuel Navia:
Por eso no se puede pensar que hace fotografías sin pensar, a la ligera, por frivolidad. Son fruto de un trabajo agotador que muchas veces le han llevado al límite, como ha ocurrido también en este caso, con su último libro. Génesis nació gracias al descanso que tuvo que tomar después del agotador proyecto Éxodos, que le dejó sin energías y sin fe en el futuro.
Dicho descanso lo tomó en una antigua hacienda de su familia en Brasil. Era terreno robado a la selva para el ganado y estaba destrozado. Junto con su mujer, verdadero pilar de su vida, decidieron reforestar el terreno, pero con muy pocas esperanzas. La sorpresa fue descubrir que en pocos años volvieron los animales a ocupar el terreno que se les había robado en nombre del progreso. Esto les hizo plantearse varias cosas, como lo delicado que es mantener el equilibro en la tierra y la fuerza arrolladora de la naturaleza. Por eso, decidieron embarcarse en este proyecto que ahora ve la luz en forma de libro y una exposición itinerante por todo el mundo.
El libro tiene más de 500 páginas, mide 24x35 cm y es una continua invitación a la observación. Además tiene el aliciente, para algunos forofos de la tecnología, de representar el cambio del mundo químico al digital por parte del autor. Es la primera vez que Salgado hace fotos con una cámara digital, y lo maravilloso es que no se nota. Es una de las pruebas más claras para el gran público de que lo importante es el fotógrafo, no la cámara que se use.
A lo largo del libro, y acompañado por un libreto con 17 páginas (no hay nada más cómodo para dar todo el protagonismo a las fotografías y poder leer por separado toda su descripción) descubrimos los últimos lugares y las últimas tribus que todavía no han sido contaminadas por el hombre destructor del siglo XX:
De nuevo nos encontramos ante un libro necesario, un imprescindible para la biblioteca que todo fotógrafo debe tener. Son fotos de la naturaleza virgen. No son fotos perfectas, son fotos reales en el blanco y negro, marca de la casa, de Salgado. Ese blanco y negro que a muchos nos hizo comprar rollos y rollos de TRi-X para intentar emularle hasta que nos enteramos de que tenía un laboratorio en París que sólo hacía sus copias con objetivos especiales para grandes ampliaciones.
Lo curioso de este trabajo es que empezó y terminó sin Leica, la marca fetiche del fotógrafo brasileño. Las fotos de este proyecto son disparos con una Pentax 645, de formato medio. Y justo cuando los grandes fabricantes abandonan el soporte de plata o desaparecen, y por culpa de los controles de los aeropuertos está a punto de abandonar el proyecto (le velaron algunos rollos), aparece el mundo digital ante él, en la forma de un Pentax 645D y una Canon EOS 1Ds MarkIII.
Y lo curioso es que esta historia es la que menos importa. La tecnología pierde protagonismo cuando las fotografías hablan por sí solas. Así que recomiendo comprarlo, ir a casa, sentarse en nuestro sillón favorito y disfrutar y concienciarse con esta joya con forma de libro. La fotografía habla.
Canon EF 8-15 mm f/4L Ojo de pez USM
Objetivo nuevo de verdad y según dice el fabricante es el primer ojo de pez zoom
de la historia. Su rango focal entre 8 y 15 milímetros permite tomar
desde fotografías circulares completas, en una cámara de sensor completo
y a 8 mm, hasta fotografías con efecto de ojo de pez pero exentas de
viñeteo, combinando por ejemplo una focal de 15 mm con cámaras full
frame y una focal más abierta con cámaras con factor de recorte.
Entre sus características más destacables está la abertura constante de f:4 en toda la gama de zoom y el motor USM, aunque este último no sería tan necesario en un objetivo que cuenta con una profundidad de campo tan grande que apenas necesista moverse un pelo para enfocar.
Uno de los aspectos más complejos de resolver en este tipo de objetivos suelen ser las aberraciones cromáticas y deformaciones de los bordes y los incómodos reflejos que se forman con fuentes de luz puntuales.
Para resolverlo Canon introduce dos lentes especiales, una asférica y otra de ultra baja dispersión, así como tratamientos especiales antireflejos en todos los elementos ópticos del objetivo. Habrá que ver fotos en diferentes condiciones para ver que tal los resuelve.
Todavía no hay precio oficial para este objetivo, pero se especula con que puede estar rondando los 1.400 Euros.
Entre sus características más destacables está la abertura constante de f:4 en toda la gama de zoom y el motor USM, aunque este último no sería tan necesario en un objetivo que cuenta con una profundidad de campo tan grande que apenas necesista moverse un pelo para enfocar.
Uno de los aspectos más complejos de resolver en este tipo de objetivos suelen ser las aberraciones cromáticas y deformaciones de los bordes y los incómodos reflejos que se forman con fuentes de luz puntuales.
Para resolverlo Canon introduce dos lentes especiales, una asférica y otra de ultra baja dispersión, así como tratamientos especiales antireflejos en todos los elementos ópticos del objetivo. Habrá que ver fotos en diferentes condiciones para ver que tal los resuelve.
Todavía no hay precio oficial para este objetivo, pero se especula con que puede estar rondando los 1.400 Euros.
Shirin Neshat (1957, Irán) puede que no sea una fotógrafa conocida por el gran público, pero muchas de sus fotografías forman ya parte del imaginario colectivo. Son las fotografías de mujeres con el rostro surcado por miles de frases escritas con la bella caligrafía oriental. Creo que es una de las imágenes más copiadas desde la década de los 90, cuando Shirin Neshat creó la serie original que tanta fama y nombre le dio.
La exposición que podemos disfrutar estos días en Madrid hasta el 1 de septiembre de 2013 tiene por nombre Shirin Neshat. Escrito sobre el cuerpo. Es una nueva visión del personal trabajo de la artista, gracias al trabajo de Octavio Zaya, uno de los mejores comisarios, o curadores, como se dice en América Latina. Podemos ver dos vídeos y unas veinte fotografías de gran formato de sus series Rapture, Tooba, Mujeres de Ala y El libro de los reyes que podemos ver por primera vez en esa exposición.
En 1974 se fue a los Estados Unidos a estudiar Arte, pero ya no pudo volver a sus país hasta los años 90, por culpa de la revolución que transformó profundamente su país. Los cambios tan drásticos que sufrió su tierra le impulsaron a crear su personal estilo que le ha convertido en una de las creadoras más respetadas del siglo que vivimos. Es una defensora de la mujer islámica en general, e iraní en particular. Una mujer oprimida e invisible en una sociedad que vive en el pasado y que poco tiene que ver con el mundo persa del que proceden. Aunque también tiene que luchar con los prejuicios occidentales.
¿Y cómo comunicar todos esos sentimientos a través de la imagen? Shirin Neshat lo tuvo claro. Como ella mismo dice, la sensación que tuvo al volver a entrar en su tierra fue que el color se había ido. Su país era otra cosa que nunca había visto en ningún lugar. No podía ni haberlo imaginado. Por eso ha creado un mundo lleno de múltiples lecturas, unas más evidentes para un espectador poco atento, y otras más profundas, simbólicas y filosóficas para alguien que sepa el código del mundo iraní. Es decir, que muchos seremos incapaces de ver todas las lecturas, pero siempre tendremos una visión general de dicha problemática.
Ella se sirve de la imagen, ya sea fotográfica o a 25 fotogramas por segundo. Lo importante para ella es expresar y comunicarse como sea. Su mensaje ha llegado tan lejos, que ha recibido importantes premios en el ámbito de la cinematografía, como el León de Plata a la mejor directora en el festival de cine de Venecia por Mujeres sin hombres.
Por todos estos motivos es necesario ver esta exposición de una mujer iraní que vive toda su niñez y adolescencia en el Irán del Shah, que viaja a Occidente para formarse como artista y descubre la quintaesencia del capitalismo y el individualismo en los Estados Unidos, y que cuando vuelve a la tierra de sus ancestros decide dar un giro a su vocación artística (hasta entonces dirigía una galería de arte) y convertirse en uno de los estandartes de la denuncia de una sociedad que oprime a la mujer hasta límites absurdos, como tener prohibida la música.
La sala permanece oscura, con un montaje que nada tiene que ver con la luminosidad de la anterior retrospectiva que vimos en el mismo lugar, la de Virxilio Vieitez. En las fotografías domina el blanco y negro, con las mujeres cubiertas de palabras y escondidas bajo el velo. Pero también podemos disfrutar de un color sosegado, apenas el rojo de la sangre, en la última serie basada en el Libro de los Reyes persa, donde se cuenta la lucha entre el bien y el mal, y escrito en el año 977. Es la historia mitológica de Irán. Además es la primera vez en diez años que se expresa de nuevo con una cámara fotográfica.
Es una de las exposiciones estrella de PhotoEspaña y puede que no acuda el público en masa, pero los que vayan podrán sentir todo el mundo interior de Shirin Neshat.
Usa dos flashes para congelar el movimiento de una acción
(A) dos flashes de dos cabezales ,
(B) con sus respectivos beauty dishes y grids,
(C) y sus fuentes de energía.
(D) Usó dos reflectores frontales,
(E) y un fondo negro.
(F) Un ventilador industrial a la máxima potencia levantó el pelo de la modelo.
(G) Usó una cámara Phase One P65+ con un lente Phase One 110mm f/2.8 AFD, y
(H) a través de tethering conectó su cámara a la computadora.
Tim Tadder es uno de los fotógrafos de publicidad más requerido en los Estados Unidos. Su carrera está fundamentada en un pequeño truco muy interesante que compartió a través de Pop Photo, y que replicamos para ustedes. Este truco consiste en congelar la acción, ya sea la de una modelo sacudiendo el pelo (que veremos a continuación) o la de cualquier otra cosa que esté en movimiento. La captura fantástica de todo el pelo de la modelo Sara Hansen se logró gracias al uso de dos luces estroboscópicas. Ahora veremos cómo usar dos flashes para capturar movimiento gracias a los consejos de Tim Tadder.
Tadder usa un aparato particular llamado bi-tubes, que se diferencian del resto de las luces del estudio en el sentido en que tienen dos flashes y dos cables por cabeza. El dispositivo en particular usado por Tadder está producido por Profoto, y son tubos en forma de U que tienen una fuente de energía particular cada uno. Gracias a esto, Tadder pudo tener duraciones más cortas de flash, que no podrían haber sido una realidad con un único tubo produciendo la misma cantidad de luz.
Para poder conseguir la nitidez que se ve en la fotografía, donde el pelo está completamente detallado pero también podemos percibir el movimiento, Tadder necesitó el poder de exposiciones de flash muy cortas, que le permitieron congelar el movimiento. Esta cualidad de “congelado”, el propósito de usar dos flashes para capturar movimiento, es lo que logra que la fotografía sea tan impactante. Su creador, Tadder, simplemente no quería nada de desenfoque en la sección del pelo, y logró una fotografía espectacular con su técnica.
Al tener dos fuentes de energía por cabeza, Tadder pudo producir el doble de luz, 4800 watts por segundo, más que lo que podría haber obtenido usando un único flash con la misma potencia. Sin embargo, no necesitaba tanta luz. Modificó el resultado con un beauty dish y un grid o rejilla, y usó reflectores adicionales. El efecto de movimiento del pelo no está logrado simplemente por mover la cabeza, sino que Tadder se ayudó con un ventilador.
En primer lugar, Tadder aconseja usar un ventilador industrial. El que probablemente tenemos en casa para los meses de verano no será tan potente. Este tipo de ventiladores se puede alquilar, y tiene que configurarse a la máxima potencia. El ventilador debería tener el poderío suficiente para suspender el cabello de la modelo por un par de segundos, suficiente tiempo para tomar la fotografía. Hablando de pelo, el fotógrafo también aconseja usar la menor cantidad de producto, para que no sea tan pesada la cabellera.
Por otro lado, Tadder afirma que la modelo debería quedarse lo más quieta posible, aunque el resultado de la imagen indique otra cosa. En primer lugar, porque ya tenemos al ventilador haciendo el trabajo por nosotros. En segundo lugar, sería aún más complicado obtener ese movimiento. Y finalmente, porque la modelo podría lastimarse el cuello. Último consejo, que parece una obviedad pero vale la pena aclararlo para usar dos flashes para capturar movimiento: que la modelo tenga mucho pelo.
Para poder suspender el pelo de la modelo, Tadder la iluminó con estos
domingo, 16 de junio de 2013
100 FOTOGRAFIAS...
11. Agustí Centelles
Agustí Centelles i Ossó (Valencia,
1909 – Barcelona, 1 de diciembre de 1985), fue un fotógrafo español,
catalán-valenciano, que vivió en Cataluña desde temprana edad. Está
considerado uno de los iniciadores del fotoperiodismo en España y
algunos han llegado a denominarle el Robert Capa catalán.
12. Alberto García-Alix
Alberto García-Alix (n. León,
1956) es un fotógrafo español. Premio Nacional de Fotografía en 1999,
García-Alix expuso por primera vez en la Galería Buades en 1981-
Las instantáneas de García-Alix son siempre directas y frontales, tanto
que el propio autor define su trabajo como el de un...
13. Ansel Adams
Ansel Adams nace en 1902 en San
Francisco (Estados Unidos), adoptó como tema fotográfico los paisajes
del suroeste de su país.
En 1916 realizó un viaje a Yosemite, California, donde captó en blanco y
negro la majestuosidad de la naturaleza de Estados Unidos. Sus
fotografías reflejan un enorme...
14. Man Ray
Man Ray, nacido Emmanuel Rudzitsky, (Filadelfia, Estados Unidos; 27 de agosto de 1890 - París; 18 de noviembre de 1976) fue un artista estadounidense impulsor de los movimientos dadá y surrealista en Estados Unidos. Fotografía: LES LARMES MAN RAY 1932
15. Zena Holloway
Erik Johansson es un fotógrafo y
retocador oriundo de Suecia y establecido en Berlin, Alemania. Sus
principales influencias son pintores de la talla de Dali y Escher lo
cual probablemente explique el tipo de fotografía que realice. Su
porfolio es una perfecta colección de lo bizarro y lo...
17. Edward Sheriff Curtis
Edward Sheriff Curtis (1858 -
1952) fue un fotógrafo estadounidense. Durante su juventud se dedicó a
realizar retratos y paisajes y llegó a ser propietario de un estudio
fotográfico en Seattle.
En 1899 participa como fotógrafo en una expedición a Alaska y en 1900
viaja a Montana para...
18. Robert Frank
Robert Frank, nacido el 9 de
noviembre de 1924 en Zúrich, Suiza, es una importante figura
estadounidense dentro del ámbito de la fotografía y el cine. Su trabajo
más destacado es el libro de fotografía The Americans, publicado en
1958, el cual está fuertemente influido por el periodo de la post...
19. Edward Steichen
Artista, visionario, fotógrafo,
científico, jardinero, reportero, conservador de museos, divulgador de
artistas, pintor… Realmente es imposible encerrar en una palabra la
poliédrica personalidad de Steichen. Nacido en Luxemburgo en 1.879, este
hombre de las mil y una vidas emigró de niño con su...
20. Kevin Carter
Kevin Carter (*13 de septiembre de
1960; Johannesburgo - 27 de julio de 1994; Johannesburgo) fue un
reportero gráfico sudafricano, miembro del Bang-Bang Club, que ganó un
Pulitzer en 1994 por fotografiar un niño sudanés famélico con un buitre
detrás.
sábado, 15 de junio de 2013
Leica X Vario
Hace algo más de dos semanas Leica prometió
una Mini M como parte de la misteriosa campaña de lanzamiento de una
nueva cámara. La denominación elegida para rebautizar provisionalmente
otros modelos (hasta las D-Lux se habían convertido en M) ya hacía
suponer que había algo de metáfora en todo aquello, y las apuestas se
dispararon.
Una compacta con sensor de formato completo, aventuraban algunos mientras apuntaban -con buen criterio- que el sensor y la óptica Leica ya los tenía y sólo faltaba unirlos. Una Leica M más pequeña y asequible, defendían otros tomándose al pie de la letra lo de Mini M.
Con este telón de fondo no es de extrañar que la ya oficial X Vario haya sabido a poco para la mayoría. Ni es muy pequeña ni, sobre todo, tiene mucho que ver con la mítica saga M. Pese a ello, hay que reconocerle el mérito: estamos ante la primera compacta que se atreve a combinar un sensor de tamaño APS-C con un zoom.
Pero la teoría ya nos la sabemos, así que tras conseguir una unidad de este recién estrenado modelo hemos tenido la oportunidad de convivir con él durante unas horas. Pocas, la verdad, pero suficientes para hacernos una idea bastante precisa de lo que ofrece -y lo que no- esta compacta de 2.400 euros, que de entrada tiene muchas papeletas para ser una de las cámaras más polémicas y criticadas del año.
Diseño X
¿Qué es la Leica X Vario? Muy sencillo: una X2 con zoom. Por mucho que desde la firma alemana se apele al espíritu de las M, el diseño, la ergonomía y las líneas son en realidad calcadas a las de la citada X2, aunque ahora con el añadido de un objetivo de focal variable.
Algo que, por cierto, no es ni mucho menos una mala noticia. De hecho, la X Vario está muy bien construida, y entre las manos la sensación de robustez y calidad es evidente. Aunque seguro que algunos seguirán echando de menos una empuñadura -que se puede adquirir aparte-, el objetivo se convierte en un excelente punto de apoyo para sujetar la cámara.
Igual que en las anteriores X, este modelo dispone de una rueda para las velocidades y otra para el diafragma, con tercios de paso y giro libre. Dejando a un lado que algunos preferirían -nosotros mismos, sin ir más lejos- un anillo alrededor de la óptica, este giro sin tope unido al pequeño retardo de la cámara al dar información en pantalla sobre el diafragma escogido es uno de esos detalles que podría mejorarse.
Por lo demás, la idea es la misma: pocos botones, ninguna opción de configuración de los mandos, menús muy austeros… En resumidas cuentas, una de esas cámaras que pretende centrar toda la atención en la toma de la imagen, no en su manejo y sus opciones.
Algo que llega a funcionar, aunque lógicamente hay que adaptarse a esta idiosincrasia hasta que resulte realmente ágil. Sin embargo, otros detalles resultan inexplicablemente enrevesados, como cambiar el punto de foco, para lo cual es necesario mantener pulsado el botón de la fila izquierda y luego desplazarlo con el cursor de la derecha.
Poco zoom, poca luminosidad
Sin duda alguna, el zoom óptico de 3x es la pieza clave de este modelo y el detalle que justifica su lanzamiento. Un objetivo Leica Vario Elmar de 18-46 milímetros que rinde unas focales equivalentes a 28-70 milímetros en paso universal. ¿Sólo? Sí, pero hay que tener en cuenta que el área del sensor a cubrir es considerable y que, además de las complicaciones ópticas que ello supone, también tiene un efecto directo en el tamaño de la óptica.
Cabe suponer por tanto que los ingenieros de Leica han buscado un punto de equilibrio entre tamaño de la cámara y rango focal. Exactamente lo mismo ocurre al hablar de uno de los puntos más criticados de la cámara: la escasa luminosidad del zoom.
Y es que, acostumbrados a compactas con ópticas de f2 o 2.8, la relación de diafragmas de f3.2-6.4 que ofrece esta X Vario sabe a muy poco. O a poquísimo cuando recordamos el precio que hay que pagar por ella. Pero una vez más, y puestos a hacer de abogados del diablo, ese CMOS de tamaño APS-C conlleva ciertas renuncias.
¿Se podría haber construido un zoom más luminoso? Posiblemente, pero habría sido más grande y seguro que más caro. Y puede que, en el camino, se hubiese perdido algo de calidad óptica.
Porque, eso sí, viendo los resultados, por lo menos hay que reconocer que el rendimiento del zoom es excelente desde su máxima apertura. Tampoco es que sea mucho decir que un objetivo ya responde con solvencia a f3.2 (mucho menos a f6.4), pero al menos en este sentido, y tras ver las fotos realizadas con la cámara, no tenemos ninguna queja al respecto.
De hecho, el único punto en el que la óptica flojea es al cerrar más allá de f11 (el zoom llega a f16), porque por debajo el rendimiento es muy estable incluso acercando la lupa a las esquinas de la imagen. Respecto al desenfoque que se puede conseguir, sin ser éste muy acusado, el tamaño del sensor pone su granito de arena en este sentido.
Buena nota también para la distorsión geométrica, sólo apreciable en la posición angular y en las esquinas de la imagen cuando tenemos alguna línea en los bordes de la escena. Las aberraciones cromáticas y los reflejos tampoco son un problema -alguno hemos visto en situaciones de contraluces o luces laterales potentes-, y el viñeteo también es casi inexistente en la máxima apertura.
En resumidas cuentas, lo que ya imaginábamos: una óptica corta y poco luminosa, pero que dentro de sus limitaciones se comporta de forma excelente.
Enfocando
Menos entusiasmados estamos con el enfoque de la cámara. No es que el sistema automático funcione mal, pero está lejos de ser de los más rápidos de su clase. Con buena luz no nos encontraremos con problemas -ojo, la distancia mínima es de 30 centímetros para la focal más larga-, pero cuando la luz cae las dudas del mecanismo se multiplican.
Por poner un ejemplo, en las tomas dentro de la iglesia de Santa Maria del Mar en Barcelona y con luz bastante escasa ha habido momentos en los que, sin la luz de ayuda al enfoque activada, la cámara no acababa de dar con un punto de foco.
En estos casos siempre se puede optar por el enfoque manual. La X Vario dispone de un anillo de enfoque de generosas dimensiones -sobre todo comparado con el del zoom-, que además integra el mecanismo para pasar del modo automático al manual.
Una buena idea, aunque es verdad que unas cuantas veces nos hemos equivocado de anillo y al intentar cambiar la focal hemos acabado activando el enfoque manual. Al hacerlo, el sistema de ayuda amplía la parte central de la imagen para facilitar esta labor.
Dos críticas más: la dureza de ambos anillos es excesiva y el tiempo de puesta en marcha de la cámara es también claramente mejorable.
Una compacta con sensor de formato completo, aventuraban algunos mientras apuntaban -con buen criterio- que el sensor y la óptica Leica ya los tenía y sólo faltaba unirlos. Una Leica M más pequeña y asequible, defendían otros tomándose al pie de la letra lo de Mini M.
Con este telón de fondo no es de extrañar que la ya oficial X Vario haya sabido a poco para la mayoría. Ni es muy pequeña ni, sobre todo, tiene mucho que ver con la mítica saga M. Pese a ello, hay que reconocerle el mérito: estamos ante la primera compacta que se atreve a combinar un sensor de tamaño APS-C con un zoom.
Pero la teoría ya nos la sabemos, así que tras conseguir una unidad de este recién estrenado modelo hemos tenido la oportunidad de convivir con él durante unas horas. Pocas, la verdad, pero suficientes para hacernos una idea bastante precisa de lo que ofrece -y lo que no- esta compacta de 2.400 euros, que de entrada tiene muchas papeletas para ser una de las cámaras más polémicas y criticadas del año.
Diseño X
¿Qué es la Leica X Vario? Muy sencillo: una X2 con zoom. Por mucho que desde la firma alemana se apele al espíritu de las M, el diseño, la ergonomía y las líneas son en realidad calcadas a las de la citada X2, aunque ahora con el añadido de un objetivo de focal variable.
Algo que, por cierto, no es ni mucho menos una mala noticia. De hecho, la X Vario está muy bien construida, y entre las manos la sensación de robustez y calidad es evidente. Aunque seguro que algunos seguirán echando de menos una empuñadura -que se puede adquirir aparte-, el objetivo se convierte en un excelente punto de apoyo para sujetar la cámara.
Igual que en las anteriores X, este modelo dispone de una rueda para las velocidades y otra para el diafragma, con tercios de paso y giro libre. Dejando a un lado que algunos preferirían -nosotros mismos, sin ir más lejos- un anillo alrededor de la óptica, este giro sin tope unido al pequeño retardo de la cámara al dar información en pantalla sobre el diafragma escogido es uno de esos detalles que podría mejorarse.
Por lo demás, la idea es la misma: pocos botones, ninguna opción de configuración de los mandos, menús muy austeros… En resumidas cuentas, una de esas cámaras que pretende centrar toda la atención en la toma de la imagen, no en su manejo y sus opciones.
Algo que llega a funcionar, aunque lógicamente hay que adaptarse a esta idiosincrasia hasta que resulte realmente ágil. Sin embargo, otros detalles resultan inexplicablemente enrevesados, como cambiar el punto de foco, para lo cual es necesario mantener pulsado el botón de la fila izquierda y luego desplazarlo con el cursor de la derecha.
Poco zoom, poca luminosidad
Sin duda alguna, el zoom óptico de 3x es la pieza clave de este modelo y el detalle que justifica su lanzamiento. Un objetivo Leica Vario Elmar de 18-46 milímetros que rinde unas focales equivalentes a 28-70 milímetros en paso universal. ¿Sólo? Sí, pero hay que tener en cuenta que el área del sensor a cubrir es considerable y que, además de las complicaciones ópticas que ello supone, también tiene un efecto directo en el tamaño de la óptica.
Cabe suponer por tanto que los ingenieros de Leica han buscado un punto de equilibrio entre tamaño de la cámara y rango focal. Exactamente lo mismo ocurre al hablar de uno de los puntos más criticados de la cámara: la escasa luminosidad del zoom.
Y es que, acostumbrados a compactas con ópticas de f2 o 2.8, la relación de diafragmas de f3.2-6.4 que ofrece esta X Vario sabe a muy poco. O a poquísimo cuando recordamos el precio que hay que pagar por ella. Pero una vez más, y puestos a hacer de abogados del diablo, ese CMOS de tamaño APS-C conlleva ciertas renuncias.
¿Se podría haber construido un zoom más luminoso? Posiblemente, pero habría sido más grande y seguro que más caro. Y puede que, en el camino, se hubiese perdido algo de calidad óptica.
Porque, eso sí, viendo los resultados, por lo menos hay que reconocer que el rendimiento del zoom es excelente desde su máxima apertura. Tampoco es que sea mucho decir que un objetivo ya responde con solvencia a f3.2 (mucho menos a f6.4), pero al menos en este sentido, y tras ver las fotos realizadas con la cámara, no tenemos ninguna queja al respecto.
De hecho, el único punto en el que la óptica flojea es al cerrar más allá de f11 (el zoom llega a f16), porque por debajo el rendimiento es muy estable incluso acercando la lupa a las esquinas de la imagen. Respecto al desenfoque que se puede conseguir, sin ser éste muy acusado, el tamaño del sensor pone su granito de arena en este sentido.
Buena nota también para la distorsión geométrica, sólo apreciable en la posición angular y en las esquinas de la imagen cuando tenemos alguna línea en los bordes de la escena. Las aberraciones cromáticas y los reflejos tampoco son un problema -alguno hemos visto en situaciones de contraluces o luces laterales potentes-, y el viñeteo también es casi inexistente en la máxima apertura.
En resumidas cuentas, lo que ya imaginábamos: una óptica corta y poco luminosa, pero que dentro de sus limitaciones se comporta de forma excelente.
Enfocando
Menos entusiasmados estamos con el enfoque de la cámara. No es que el sistema automático funcione mal, pero está lejos de ser de los más rápidos de su clase. Con buena luz no nos encontraremos con problemas -ojo, la distancia mínima es de 30 centímetros para la focal más larga-, pero cuando la luz cae las dudas del mecanismo se multiplican.
Por poner un ejemplo, en las tomas dentro de la iglesia de Santa Maria del Mar en Barcelona y con luz bastante escasa ha habido momentos en los que, sin la luz de ayuda al enfoque activada, la cámara no acababa de dar con un punto de foco.
En estos casos siempre se puede optar por el enfoque manual. La X Vario dispone de un anillo de enfoque de generosas dimensiones -sobre todo comparado con el del zoom-, que además integra el mecanismo para pasar del modo automático al manual.
Una buena idea, aunque es verdad que unas cuantas veces nos hemos equivocado de anillo y al intentar cambiar la focal hemos acabado activando el enfoque manual. Al hacerlo, el sistema de ayuda amplía la parte central de la imagen para facilitar esta labor.
Dos críticas más: la dureza de ambos anillos es excesiva y el tiempo de puesta en marcha de la cámara es también claramente mejorable.
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