Si se puede hacer, ¿por qué no probarlo? Esta filosofía, que en
ocasiones conduce a grandes inventos y otras al simple exceso, parece
estar en el ADN de la nueva Samsung Galaxy NX.
Novedosa, valiente, hiperbólica y en gran parte lógica. No está mal
para una cámara que se acaba de anunciar y que de hecho es única en su
clase.
Todos esos calificativos iban pasando por nuestra cabeza cuando anoche
la firma surcoreana desveló este modelo en Londres junto a otros
dispositivos en un descomunal evento (cuesta imaginar la cantidad de
medios que se dedican a hablar de tecnología en el mundo) con el que
Samsung parece recordar a la competencia que ahora mismo puede
permitirse estos lujos. Y puesto que puede, lo hace.
En realidad la Galaxy NX no es sino la evolución lógica de la Galaxy Camera.
Si se podía hacer con una compacta, ¿por qué no probar ahora con un
modelo de óptica intercambiable? Se nos ocurren muchas respuestas a esa
pregunta, empezando por el tipo de usuario que se acerca a uno y otro
sector. Pero qué mejor que teorizar que echarle un primer vistazo a esta
cámara con Android y 4G.
Herencia de la NX20
La Galaxy NX es bastante grande. Lo parecía en las imágenes que se
habían filtrado hace días, y entre las manos se confirma la sospecha.
Esto facilita su sujeción y manejo -dispone de una empuñadura generosa-,
pero habrá que tener en cuenta sus dimensiones si de lo que se trata es
de ir ligeros de equipaje.
Con unas formas que recuerdan a la NX20,
es más voluminosa que ésta, si bien el grosor del conjunto es
posiblemente el aspecto que más se ha cuidado. ¿Por qué no se ha
apostado por unas líneas más en consonancia con la reciente NX300?
Después de todo, el tipo de usuario que se acerca a una cámara que
tiene tanto de "gadget" como de de aparato fotográfico no suele ser muy
amigo -si se nos permite el tópico- de ir con la mochila llena de
trastos.
Estamos convencidos de que Samsung tendrá sus motivos, pero si se trata
de destacar la parte buena, además de la citada empuñadura no podemos
olvidarnos del visor electrónico integrado, que a primera vista -nunca
mejor dicho- convence.
Sin botones
Pero si hay una cosa que sorprende de esta cámara antes incluso de leer
la hoja de especificaciones, ésta es su pantalla táctil. Con nada menos
que 4,8 pulgadas de diagonal, se convierte en la pantalla más grande
jamás usada en una cámara de estas características. Esto, unido a su
resolución de 1280 x 720 puntos, nos obliga a seguir al pie de la letra
ese conocido consejo que invita a no fiarse demasiado de lo bonitas,
saturadas y contrastadas que lucen las fotos en la cámara.
Pero, ¿hacía falta tanta pantalla? Tras pasar unos minutos jugando con
la Galaxy NX, no estamos del todo convencidos de que haya primado el
sentido común frente al titular. Estas enormes dimensiones arrastran al
peso de la cámara, y suponemos que también pasarán factura en cuanto al
precio del conjunto y el consumo de batería. Esa delgada línea entre lo
grande y lo excesivo es a veces complicada de delimitar.
Lo que sí es cierto es que la pantalla es el elemento crucial de la
Galaxy NX, porque a través de ella hay que gestionarlo todo. De hecho,
el botón de encendido, otro pulsador para el vídeo y una rueda de
control -demasiado suave en nuestra opinión- son los únicos mandos
físicos de la cámara. Para el resto de controles ya tenemos la pantalla
táctil.
Antes de que los más acostumbrados a los botones y los accesos directos
se lleven las manos a la cabeza, hay que recordar que la mayoría de
ópticas de Samsung incorporan el botón iFn, que permite acceder a
algunas funciones. Algo es algo.
El sistema de menús y manejo en pantalla recuerda mucho a lo que ya
vimos en la Galaxy Camera, incluidos esos curiosos menús circulares para
los modos de trabajo manuales. En este caso, eso sí, disponemos del
citado dial de la zona superior.
Rápida
La Galaxy NX cuenta con un procesador de cuatro núcleos y 1,6 GHz y otro
motor de imagen dedicado exclusivamente al apartado fotográfico. Todo
ello se traduce -por lo poco que hemos podido ver- en una agilidad
notable en el funcionamiento general de la cámara y el disparo, con
ráfagas de casi 9 fotogramas por segundo. Eso sí, igual que en la Galaxy
Camera, la puesta en marcha desde cero implicará una pequeña espera
mientras se carga el sistema operativo.
Buenas noticias también en cuanto a la velocidad del sistema de enfoque
automático híbrido, que se ha comportado de una forma bastante
prometedora. Teniendo presentes los resultados vistos en las últimas
cámaras de Samsung, no parece que vaya a haber que preocuparse ni por
este aspecto ni por la calidad de imagen de su CMOS de tamaño APS-C y 20
megapíxeles.
Puestos a lanzar voces de alarma, a priori preocupan más la batería, el
precio -se escuchaba en algunos corrillos hablar de 1.500 euros, aunque
confiamos en haber escuchado mal- y el ejercicio necesario para
acostumbrarnos a su sistema de manejo y a esa pantalla tan grande que
resulta casi imposible no tocar mientras sujetamos la cámara.
Puesto que estamos hablando de una cámara con Android (en su versión
4.2, concretamente), por supuesto disponemos de todas las funciones de
este sistema operativo, así como el acceso a las aplicaciones de la
tienda de Google Play. Por cierto, para pasar del modo de cámara a las
funciones de esta Galaxy como tablet -no hay que olvidar que no es un
teléfono- basta con desplazar el dedo por la pantalla de derecha a
izquierda. Parece fácil, pero cuesta descubrirlo.
¿Galaxy o NX?
Exactamente igual que ocurrió con la Galaxy Camera, esta NX está llamada
a ser el tema de debate durante los próximos meses. Es más, seguro que
dedicaremos más tiempo a preguntarnos en alto si tiene sentido o es un
simple golpe de efecto por parte de Samsung que a hablar de su
rendimiento fotográfico.
Demasiado grande y con el peligro de que sea también demasiado cara,
Samsung tiene un duro trabajo por delante para colocarla en el mercado y
dar con los usuarios interesados en una cámara de altas prestaciones
como ésta, pero con un plus de conectividad.
Y es que tras este primer y rápido contacto y a la espera de poder
probarla en condiciones, a la larga lista de cuestiones sumamos una más:
¿es una NX que se ha convertido a Galaxy o simplemente una Galaxy
venida a más y que sueña con ser NX? Puede que dé lo mismo el orden de
los factores, pero tal vez no.
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