Como ocurrió con los modelos del año pasado, las cámaras no son exactamente iguales, el sensor se estrena en ambos teléfonos, pero de nuevo el iPhone 6s en su variante Plus recibe la apreciada estabilización óptica. Será interesante conocer las diferencias en la práctica.
La prioridad de Apple era añadir píxeles sin sacrificar calidad, al mismo tiempo que se introduce un hardware más capaz - A9 - para gestionar el nuevo contenido
La cámara principal es bautizada por Apple como iSight, que en esta ocasión sube hasta los 12 megapixeles - de los 8 de los iPhone 6 -, pero el crecimiento también influye en el tamaño de los elementos que la componen.
La firma de Cupertino sigue un poco a su rollo con esto del tamaño, mientras que la artillería Android de gama alta raramente baja de 13 megapíxeles, ellos dan un salto significativo, sin seguir tendencias.
Meter más megapixeles en un espacio similar nos lleva a que el tamaño de los píxeles - sería más apropiado llamarlos fotodiodos, disculpadme si voy cambiando de uno a otro - es de 1,22 micrones, inferior a los del modelo anterior, que presumía de contar con fotodiodos de 1,5 micrones. Ganamos en resolución, perdemos algo de tamaño, entendemos que Apple habrá sabido equilibrar bien este tema.
Las dos novedades que hacen que se pueda mantener calidad metiendo más píxeles son:
- Deep Trench Isolation. Se trata de una tecnología que coloca una pequeña división entre píxeles que previene la contaminación de luz del vecino, pudiendo llevarnos a colores inexactos.
- Han decidido colocar - o han podido - el filtro de color directamente encima de los píxeles, cuando normalmente está ligeramente elevado. Dicen que consiguen un color más fiel.
Nos tiramos a la piscina con datos que no son oficiales, como que el sensor de la cámara principal lo hace Sony. Suponemos que utiliza la tecnología de subpíxeles RGBW para un mejor rendimiento con poca luz. Eso también compensaría el menor tamaño de fotodiodos/píxeles que hemos comentado antes. La tecnología ya fue estrenada en el Huawei P8.
Lo que sí es oficial es que el sensor cuenta con toda las virguerías que nos encontramos en el iPhone 6, y lo pone en el estado del arte de esto de las cámaras móviles. Nos volvemos a topar con Focus Pixels, mejorado para la ocasión: más rápido y efectivo. ¿Qué es? Pues la forma de llamar que tiene Apple al enfoque por detección de fase. En él, los píxeles determinan la dirección de enfoque y cómo de rápido se han de mover las lentes en consecuencia.
Terminando con especificaciones, conocer que la lente utilizada en la cámara principal está compuesta por cinco elementos, y tiene una apertura máxima f/2,2. Para su protección se vuelve a emplear cristal de zafiro. A su lado nos encontramos con un flash de dos tonos que jugará con las condiciones reales de la toma para ajustarse a las necesidades.
Facetime HD, ahora con 5 megapíxeles
En la cámara frontal sí tenemos un salto más grande en eso de la definición, subiendo hasta los 5 megapíxeles desde los 1,2 megapíxeles que disfrutaban los modelos del año pasado. El sensor está retroiluminado, y la lente empleada tiene una apertura máxima de f/2,2.
Esta cambio se antoja necesario, debido a que las videoconferencias - FaceTime HD - y selfies se convierten en trabajo diario de nuestros teléfonos móviles, y dejar este apartado en un segundo plano, viendo lo que evoluciona la competencia era un error.
Podemos jugar con un modo Auto HDR, la exposición de la toma, realizar ráfadas, poner un temporizador, y como no, cuenta con un potente reconocimiento de caras. La grabación de video puede ser en formato 720p, también en formato HDR.
Grabando vídeo en 4K
No solo graba en 4K, también es capaz de editarlo con iMovie
Queda patente la mejoría en foto, pues en vídeo aprovechan para ponerse en el nivel de la competencia: ahora grabamos en 4K. Hablamos de formato, no de calidad, que se presupone muy alta, ya que Apple suele jugar con tasas de transferencia de datos muy altas.
De Full HD pasamos a 4K, o lo que es lo mismo 3.840x2.160 píxeles a 30 imágenes por segundo en formato panorámico. También es posible bajar a 1080p subiendo la velocidad a 60 o 120 imágenes por segundo. Si bajamos otro escalón hasta 720p, podemos grabar “normal” o en modo cámara lenta, con 240 imágenes por segundo. Por último tenemos un modo time-lapse.
Durante la grabación de vídeo a la máxima calidad es posible capturar imágenes de 8 megapíxeles - es lo que ocupa cada frame -. En el modelo Plus cuenta con el “plus” de utilizar la estabilización óptica en el vídeo, usable en los formato 1080p y 720p.