El desafío del fotógrafo será el encuadre, lograr que la toma quede correctamente compuesta. Este tipo de fotografía se puede practicar en eventos deportivos, carreras de autos, bicicletas andando, personas corriendo, etc.
Nocturnas
La fotografía nocturna está llena de magia, principalmente por la cromática de las luces y lo parcial de la iluminación de los elementos; más aún si entran en juego los reflejos en el agua. Esta fotografía se caracteriza por un elevado tiempo de exposición y una reducida apertura del diafragma; de esta manera se logra obtener un encuadre muy nítido y llegar a percibir una correcta iluminación de la escena. Debido a los largos tiempos de exposición, también es recomendable el uso de un trípode para evitar la trepidación. Un ejemplo asombroso de fotografía nocturna se da cuando aparecen elementos iluminados en movimiento, luces de coches, juegos de parques de diversiones, luz reflejada sobre agua en movimento, etc.
La hora ideal para hacer una toma nocturna es la llamada “hora azul”, la cual va desde 30 minutos antes de ocultarse el sol, hasta pasados 30 minutos del ocaso. Esto es debido a que en esa hora, todavía queda algo de luz reflejada para componer la escena; de lo contrario las luces quedarán muy brillantes y las zonas con poca luz se verán negras.
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