viernes, 18 de septiembre de 2015

Michael Drost-Hansen

Michael Drost-Hansen

Los protagonistas de esta imagen son un policía danés y una niña siria. La niña formaba parte de un grupo de 300 refugiados que llegó a Dinamarca cruzando las fronteras del sur de Europa. Después de llegar a la ciudad de Padborg, al sur de Dinamarca, el grupo empezó a caminar por la carretera E45. Es allí donde hice esta foto el pasado 9 de septiembre.
Al parecer, muchos de ellos querían ir a Suecia. La vía estaba cerrada a los coches, y un buen número de policías seguía al grupo para que reinara la paz y el orden al tiempo que intentaban que los refugiados abandonaran el asfalto.
Es una foto importante para mí porque muestra una humanidad que no estamos acostumbrados a ver. Es el encuentro entre dos culturas, entre dos mundos distintos. Hay mucha violencia en el planeta, y miles de personas no reciben el trato que se merecen. Las imágenes que nos llegan de los conflictos suelen ser muy violentas y sangrientas, y no sucede con demasiada frecuencia que veamos humanidad entre dos personas tan distintas. Es una foto que habla sobre la esperanza, las personas y la compasión.
"Nuestro deber es ayudar en todo lo que podamos, asistir a las personas que cruzan nuestras fronteras en busca de refugio y ayuda"
No es fácil explicar por qué la crisis de los refugiados está siendo tan intensa en la actualidad en Europa. En primer lugar, ahora más que nunca hay muchísima gente huyendo de sus hogares. Hay conflictos en las fronteras y en las zonas circundantes. En Siria millones de personas intentan entrar en los países vecinos, que han quedado totalmente saturados.

Cuando vives en un campo de refugiados con varios miles de personas y no puedes alimentar a tu familia buscas una solución, otro lugar. Haces todo lo posible para poner a tu familia a salvo y proporcionarles lo necesario para asegurar su supervivencia. He trabajado con refugiados en anteriores ocasiones, para otros proyectos e historias, y es realmente muy complicado comprender su mundo si no has estado allí. Es algo que tienes que ver con tus propios ojos. Son historias que hay que escuchar contadas por sus protagonistas.
Desgraciadamente no soy capaz de vislumbrar una solución a este conflicto en un futuro cercano. Mientras las cosas sigan como están ahora en Siria, Oriente Medio y África, probablemente nada cambiará. Los países europeos también son responsables en parte de lo que está pasando. Nuestro deber es ayudar en todo lo que podamos, asistir a las personas que cruzan nuestras fronteras en busca de refugio y ayuda. Los refugiados no hacen esto por diversión; lo hacen por necesidad, para salvaguardar las vidas de sus seres queridos.
Esta imagen en concreto es muy simple. No hay demasiados elementos en ella y es precisamente este hecho lo que hace que cobre una mayor fuerza. Hay muy pocas interferencias en el mensaje. Tenemos a un policía, a una niña y la interacción entre ellos.
En realidad no estamos viendo a un agente de la ley y el orden y a una refugiada siria: somos testigos del pequeño juego que se traen entre manos dos personas en su pequeño mundo. Es un momento en el que ambos protagonistas están al mismo nivel y deciden divertirse. A veces una simple sonrisa y un rato de juegos en una carretera danesa pueden influenciar la vida de una persona y hacer que la situación sea mucho más llevadera.

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