La fotografía no solo es
técnica, hay que cuidar también su aspecto artístico. Es fundamental tener en
cuenta la composición para mejorar la calidad y darle fuerza a la imagen.
Aunque algunas fotografías
tomadas al azar resulten con una composición impecable, lo normal es que una
buena composición haya tenido un periodo de meditación y análisis.
Las siguientes reglas, no son
unas normas severas que hay que cumplir siempre, muchas veces, cuando se
consiguen mejores resultados, es cuando las rompemos, pero para ello hay que
conocerlas. Estas reglas no son solo para la fotografía, ya en el siglo III
antes de cristo, las usaban los Griegos en pintura, escultura y arquitectura,
mas tarde, en el renacimiento, también se usaron (siglos XV y XVI.)Y si nos
fijamos en la televisión, cine, etc, veremos como también están presentes.
La regla de los tercios
La mas conocida es la
llamada “Regla de los tercios”, que consiste en dividir la imagen, con líneas
ficticias en tres partes iguales, tanto verticalmente, como horizontalmente y
los puntos donde se cruzan estas, se llaman puntos de interés. Es sobre estos
puntos y líneas, donde debemos situar nuestro tema principal, para que la vista
se fije mas en ellos, no es necesario usar todas las líneas ni puntos.
Dependiendo si la toma es
vertical u horizontal tienen mas fuerza unos puntos sobre otros. En una toma
vertical el que más destaca es el superior derecho y en una horizontal el
inferior derecho, esto es debido a que nuestra vista entra a ver las imágenes
por la izquierda, seguramente porque cuando leemos textos empezamos también por
la izquierda.
Si queremos usar dos
elementos en una imagen, lo mejor es ponerlos en puntos opuestos, formando una
diagonal entre ellos.
De esta regla se desprende la
conocida norma en fotografía de paisajes, de no situar nunca el horizonte en el
centro del fotograma.
Según donde coloquemos el
horizonte conseguimos unas cosas u otras. Si lo situamos en el tercio superior,
le damos más protagonismo a la tierra que al cielo, dando más sensación de
profundidad, debido a la diferencia de tamaño de los objetos. Por lo tanto
tenemos que procurar que el paisaje sea variado. Si lo situamos en el tercio
inferior, se consigue sensación de espacio, en este caso el tema de la
fotografía serán las nubes, por lo tanto tiene que ser un cielo bonito, ya que
un cielo azul ocupando dos tercios de la foto, es un poco monótono.
Composición simétrica
El horizonte en el centro
rompe la regla de los tercios, pero también tiene su encanto, si se sabe cuando
hacerlo, una imagen cortada por la mitad, por el horizonte hace que tengan el
mismo predominio visual las dos partes. Usado con reflejos simétricos, hace que
nuestra fotografía tenga equilibrio e impacto visual.
Aparte del paisaje, muchas
cosas que fotografiamos tienen simetrías, personas, animales, objetos. Una
composición simétrica es solemne, formal y fría.
Existen dos tipos de
simetrías:
La rígida, que como su nombre
indica a ambos lados del eje de simetría se encuentra exactamente lo mismo.
Y la variable, que es mas
elástica, puede haber un cambio en las posiciones o actitudes de las figuras.
Composición con líneas
Las líneas pueden estar
presentes en la imagen o ser imaginarias uniendo elementos dentro de esta. Estas
deben ser ordenadas, que no se crucen, que confluyan en alguno de los puntos
fuertes o que guíen la mirada hacia el tema principal. Las líneas largas
convergentes atraen la mirada hacia el punto de convergencia.
Las líneas pueden ser rectas
o curvas. Las curvas transmiten más dinamismo y plasticidad. Una repetición de
curvas causan un efecto armonioso y tranquilizador, pero para impactar mas
conviene contrastarlas con líneas rectas.
Las líneas rectas,
dependiendo de su orientación, transmiten una u otra cosa, vamos a verlo:
Líneas diagonales: dan la
sensación de estar cayendo o a punto de hacerlo, por ello trasmiten dinamismo y
tensión.
Líneas horizontales y
verticales: dan sensación de orden formalidad y estabilidad. Las horizontales
transmiten más tranquilidad, calma, espacio y las verticales alturas
grandiosidad.
El ritmo
El ritmo se obtiene
repitiendo líneas, formas, volúmenes, tonos o colores, una imagen rítmica puede
ser por ejemplo un tablero de ajedrez, campos de dunas, fincas cultivadas, etc.
Una imagen totalmente rítmica, puede ser el motivo de la foto por si sola,
aunque también puede quedar un poco pobre, si ponemos algún objeto (si es en uno
de los puntos fuertes mejor) discordante conseguiremos romper el ritmo y darle
mas fuerza a la imagen.
Las imágenes rítmicas que más
impacto son las que ocupan toda la imagen, dándonos a entender que sigue más
allá de esta.
El ritmo puede ser regular,
cuando esta geométricamente ordenados, como por ejemplo un panal de miel, o
irregular como un montón de tomates.
El centro de interés
Cuando vamos a fotografiar
algo que nos parece interesante, lo primero que debemos preguntarnos, es que ha
sido lo que nos ha llamado la atención, para tratarlo como protagonista de
nuestra imagen y componerla basándonos en él.
El centro de interés no tiene
que ser un objeto, persona, etc. Pueden ser formas de un conjunto de objetos,
etc.
Si en una escena hay varios
motivos con la misma fuerza que el principal, estos compiten entre sí, generando
confusión en el observador, a no ser que sean simétricos.
Como ya hemos dicho para que
destaque el objeto, lo mejor es ponerlo ajustándose a la regla de los tercios.
Otro aspecto a tener en
cuenta es el fondo, nuestro tema debe destacar sobre él, bien con tonos
opuestos, bien con la iluminación, bien desenfocándolo si esta alejado.
También debemos procurar que
el tema principal llene el encuadre, que no quede demasiado pequeño en la
imagen, ya que una fotografía donde la mayoría de ella es fondo, da la sensación
de vacío, siempre y cuando no sea esto lo que queramos expresar, una persona en
una fotografía dejando mucho espacio a su alrededor da la sensación de soledad.
El ángulo de la toma, la
Perspectiva
Si fotografiamos siempre de
frente al motivo, nuestras fotografías carecerán de distorsiones y mostraran de
forma clara y descriptiva al sujeto, pero, serán todas iguales y nuestra
colección parecerá un catalogo.
Para conseguir encuadres
originales, debemos buscar distintos puntos de vista, pero teniendo cuidado,
pues si por ejemplo, fotografiamos personas podemos distorsionar partes de su
cuerpo, que hacen que exageren sus tamaños, sobretodo si usamos grandes
angulares. Si fotografiamos desde arriba, exageraremos su cabeza, si
fotografiamos desde abajo (desde el suelo) aparte de la distorsión, destacaran
demasiado la mandíbula y los agujeros de la nariz.
Para retratos, la mejor
perspectiva, la formal, seria: Si la toma es de busto, disparar a la altura de
los ojos, si es un niño o esta sentado el modelo, agacharnos
Si la toma es de medio
cuerpo: nos pondremos a la altura de su busto
Si la toma es de cuerpo
entero: desde la cintura.
Si evitamos usar el gran
angular, las fotos carecerán de deformaciones por causa de la perspectiva.
Para los objetos, el jugar
con las perspectivas, deformando los tamaños y proporciones, puede dar buenos
resultados, imaginaros una seta en primer plano con un gran angular y los
árboles al fondo más pequeños que esta. Las vías del tren, fotografiadas desde
el suelo, que se juntan en el horizonte, un edificio desde su base, etc...
Las formas
Las formas pueden ser el tema
principal de una fotografía, imaginaros un objeto a contraluz en un amanecer.
Solo con su silueta lo reconoceríamos.
Para que una silueta destaque
debemos, eliminar al máximo sus detalles, como con el contraluz, utilizar un
fondo homogéneo y contrastado que destaque sobre esta, o un fondo rítmico.
La textura
Las cámaras ven en dos
dimensiones, al contrario que nuestros ojos. Para darle volumen a una escena e
intentar dar la sensación de tridimensional debemos añadir texturas.
Por textura se entiende la
capa superficial de un material. Las texturas pueden ser lisas o rugosas, siendo
estas últimas las que tienen más interés.
Resaltando las texturas de
los objetos, estimulamos el sentido del tacto y adquiere tridimensionalidad.
El factor que más hace
resaltar la textura es sin duda la iluminación, una luz frontal y suave, la
oculta, sin embargo si es dura y rasante, la potencia, al resaltar más las
sombras.
Profundidad
La fotografía es una imagen
en dos dimensiones, por lo tanto en interesante conseguir representar la tercera
con pequeños detalles.
La manera de conseguirlo es
usando la perspectiva, el enfoque selectivo, o situando objetos en primer plano,
si situamos algún objeto en primer plano, hay que procurar que este enfocado y
que llame demasiado la atención, para no despistarnos del tema principal.
Horizontal o vertical
La orientación de la foto
viene dado por los elementos que lleven esta, si estamos fotografiando un
paisaje, el formato mas recomendado es el apaisado u horizontal, y si estamos
sacando un retrato, el vertical o de retrato, esto funciona para la mayoría de
las fotos, pero no todas tiene que ir así. Si queremos llenar el encuadre lo
mejor es adoptar el formato del sujeto principal, así si estamos fotografiando
una torre debemos elegir el vertical, a no ser que la queramos mostrar en su
entorno, entonces es mejor el horizontal descentrándola y llevándola a uno de
los puntos de interés. Si se tiene dudas, lo mejor es echar las dos y luego
elegir.
Ley de la Mirada
Al fotografiar personas,
animales u objetos, hay que dejar mas espacio en su parte frontal, es decir, hay
que dejarle más espacio donde mirar.
De la misma manera, si
fotografiamos objetos en movimiento, hay que hacerlo entrando en la foto, no
saliendo, a no ser que captemos estelas en fotos lentas, el saltar de la tierra
en rallys, u otra situación semejante.
El horizonte
Aparate, de la regla de los
tercios, al fotografiar horizontes, hay que procurar que estos no estén
inclinados, que estén paralelos al lado superior o inferior de nuestra
fotografía pues produce una sensación de falta de equilibrio.
Clave alta, clave baja
Se entiende por fotografía en
clave alta, aquella que usa solo los tonos blancos de la escala, las fotografías
tomadas en clave alta sugieren frescura, inocencia, libertad, etc.
La clave alta es la
contraria, usa los tonos oscuros y sugiere misterio, drama, obsesión, etc.
En ambos casos, son imágenes
con poco contraste.
Componer con sombras
Las sombras son muy
interesantes en la fotografía ya que pueden ser tema principal por si solas o
para darle a nuestra imagen la sensación de una tercera dimensión.
Las sombras en las
fotografías se ven mucho más oscuras que en la vida real ya que el rango
dinámico del ojo es mayor que el de nuestras cámaras, en el lugar donde echamos
la fotografía podemos ver detalles en las sombras y luego cuando miramos en
nuestra cámara o en casa, solo se ve negro.
Cuanto más bajo esta el sol,
mas alargadas y bellas son las sombras, una sombra al medio día, no define
ninguna forma.
Los colores
Cada color tiene unas
cualidades distintas y no hacen reaccionar de una manera u otra, siempre se ha
oído que hay colores relajantes y colores estresantes.
El rojo, por ejemplo, es un
color cálido, da mucha vida a las fotografías, un poco de rojo, llama
poderosamente la atención. El azul es un color frío y relajante, asociado a la
serenidad y estabilidad. El amarillo da sensación de alegría y optimismo, al
igual que el rojo, siempre destaca en una fotografía. El verde es de los más
relajantes, las sensaciones que da es de esperanza, paz, estabilidad.
A la hora de componer con
colores, se puede hacer con colores semejantes o con colores contrarios, los
colores semejantes evocan calma, serenidad y los colores contrarios, hacen que
destaquen. Para saber cuales son los colores semejantes y contrarios nos valemos
del círculo cromático.
Los colores primarios: rojo,
azul y amarillo; los secundarios: verde, violeta y naranja; y los terciarios:
rojo violáceo, rojo anaranjado, amarillo anaranjado, amarillo verdoso, azul
verdoso y azul violáceo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario