16 de Noviembre, Pipa
Que feliz me hace escuchar historias como esta. No hace mucho que paseo y disfruto de la playa de maderos en Pipa y siempre coincidía con un perro de la raza tequen (me recuerda mucho a la mía) Ese perro siempre se enganchaba a pasear con la gente siempre pendiente de la gente de dentro del agua y siempre esperando a los surferos y el perro se veía feliz algo flaco sin collar y con parasitos. Pero feliz, yo pensaba y inventa va historias sobre el como que vive en la playa y esta esperando a su dueño que un día entro en el agua y ya no mas sabio. Pero resulta que esta semana pasada dio con un dueño que lo llevo al veterinario lo puso a punto y le compro un arnés para saber que es de alguien y le puso un nombre que ultima mente esta muy presente en mi vida, ahora ese perro feliz es “chico” Encanta enterarme de historias con final feliz. Este hombre que lo adopto hace unos años que vive por aquí y esta va solo, ahora los dos disfrutan de la vida playera.
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